Entrevistamos a Rita Frau Cardia*, docente de educación secundaria en Rio de Janeiro, Brasil. Los planes de Temer, la herencia de Lula y Dilma. La respuesta de los trabajadores de la educación.
Fuente: La Izquierda Diário
¿Cuál es el plan de Temer con respecto a la educación?
La educación ha sido un importante espacio de disputa y de conflictos en el último período, y el golpe institucional, los llevó a un nuevo nivel, profundizándolos brutalmente. Desde que Michel Temer, con el apoyo de sectores golpistas, asumió la presidencia, vía un golpe institucional, han puesto a la educación como uno de los objetivos predilectos de sus ataques.
Incluso antes del golpe institucional, Michel Temer y su partido, el PMDB habían lanzado un documento llamado “Un puente hacia el futuro”, en el cual, entre otras cosas, definía algunos principios de su política para la educación. Este documento se refería tanto a cuestiones de financiamiento como a cuestiones sobre las políticas de formación, selección y la carrera docente.
En el mismo, Michel Temer y el PMDB anunciaban su intención de “terminar con las vinculaciones constitucionales establecidas, para los casos como los gastos en salud y educación”. De hecho, luego del golpe institucional, fue aprobada una enmienda constitucional (PEC-55) que puso fin a estas vinculaciones y congeló las inversiones en educación para las próximas dos décadas. De este modo, el ataque a la educación comenzó con el ataque al presupuesto educativo, alterando las obligaciones presupuestarias que el texto constitucional establecía, buscando liberar recursos para el pago de los servicios de la deuda pública. En nuestra historia solamente en el presente, y bajo las dictaduras de Vargas y la militar, la educación no contó con un piso presupuestario constitucionalmente garantizado.
Pero los cambios que introdujo el gobierno no se detuvieron ahí. Poco después de la aprobación de la enmienda. Promovió – a través de una medida del Ejecutivo – una reforma devastadora de la escuela secundaria, que cambió la estructura de la educación básica en el país. Con esta reforma, los estudiantes tendrán que elegir a mitad de su trayectoria escolar, si seguirán una orientación humanística, en el área de las ciencias naturales, en matemáticas, idiomas o si optarán por la enseñanza técnica y profesional, separando aún más la formación para el trabajo de la formación general y poniendo fin a la obligatoriedad del dictado de diversas disciplinas. Se trata de un importante ataque contra la educación de los jóvenes de la clase obrera en el país.
¿Cómo afecta la reforma previsional a la docencia?
Ahora, con la reforma previsional, nuevamente la educación se ve particularmente afectada. En Brasil, la docencia cuenta con una “jubilación especial”, pudiendo retirarse cinco años antes que los demás trabajadores. La reforma termina con esto, igualando a los docentes con el resto de los trabajadores – hombres y mujeres – que sólo podrán jubilarse a los 65 años y tendrán que contar con aportes de 49 años para recibir el promedio de sus salarios. Para una categoría en su mayoría de mujeres se trata de un doble ataque: sea porque pone fin al derecho a la jubilación especial, sea por igualar el tiempo mínimo para la jubilación entre hombres y mujeres.
¿Qué otros ataques de Temer afectan a la educación?
También hay que mencionar la recién aprobada ley que permite la tercerización sin restricciones, para todas las actividades productivas y de servicios. El principal ejemplo que los grandes medios de comunicación utilizan sobre esta nueva ley es la educación, afirmando que podría implementarse en las escuelas tanto en el área de servicio de mantenimiento como sobre los maestros, lo que significa otro gran ataque contra la docencia y la educación de conjunto.
Además el proyecto de Michel Temer y los sectores golpistas pretenden poner en práctica “los resultados de las evaluaciones” y crear un “programa de certificación federal de los maestros, a efecto del pago de un adicional a su remuneración regular”, es decir, tiene la intención de llevar adelante una política meritocrática y de responsabilización, en sintonía con lo que está ocurriendo en Argentina, con el Operativo Aprender y en México con su Reforma Educativa.
Pero como el sistema educativo en Brasil está descentralizado, las políticas de este tipo ya se llevan a cabo en muchos estados y municipios. Por ejemplo, desde 2008 los maestros de San Pablo tienen su desempeño evaluado en pruebas específicas para ascender en la carrera (y obtener un plus salarial). Y también son evaluados por una prueba que es aplicada a los alumnos, que hace que, dependiendo de los resultados, reciban o no un bono en efectivo.
Estas evaluaciones tienen como objetivo tratar de deslegitimar la educación pública para promover salidas privatizadoras. De hecho, me parece que este tipo de reformas empresariales (cuyo trípode está formado por la meritocracia, la responsabilidad y la privatización) se han introducido en todo el mundo y ha sido objeto de numerosos conflictos educativos. Deslegitimar la escuela pública y a sus docentes ha sido el camino preferido por los gobiernos y los empresarios para iniciar los ataques y privatizaciones, pero no se darán sin resistencia.
Sabemos que hay persecución política también a los docentes. ¿Podrás contarnos mejor?
Como parte de esta deslegitimación de la escuela y los maestros, también tenemos aquí un movimiento que pretende censurar la actividad docente al interior de las escuelas públicas. El movimiento conocido como “Escuela sin partido” se ha centrado esta ofensiva. De acuerdo con este movimiento, la escuela ha sido escenario de “adoctrinamiento ideológico de profesores de izquierda”, y bajo la excusa de defender los intereses de los alumnos, busca imponer una fuerte censura en las escuelas y medidas de castigo para los maestros. Para tener una idea de hasta dónde llega este movimiento, en el mismo consideran como “adoctrinamiento ideológico”, la enseñanza del evolucionismo y de la teoría científica a un estudiante que tiene una formación familiar creacionista, o incluso cuestionan el combate al machismo y la homofobia. Este movimiento representa una fuerte ofensiva ideológica de la derecha para dejar a los maestros a la defensiva.
Si pasan estos ataques, el año 2017 significaría un punto de inflexión en la política educativa en el país. El nivel de los ataques de Temer y los golpistas son un salto en calidad sobre la educación. No tengo dudas de estas reformas, tomadas de conjunto, significan la sumisión completa de la educación a los dictados de los sectores más reaccionarios de la sociedad.
¿Cómo era la situación antes de Temer?
Cuando pensamos en la educación en Brasil, también tenemos que pasar en limpio el legado de años de gobierno del PT (Partido de los Trabajadores), de los gobiernos de Lula y Dilma. Esta herencia es contradictoria.
Para tener una idea del tamaño de esta confusión, al PT le gusta hacer propaganda de sus logros en relación al acceso a la educación superior. Se dice que sus políticas (plan PROUNI, FIES, REUNI) fueron capaces de garantizar el acceso de millones de jóvenes a la educación superior en el país. Si bien es cierto, es sólo una parte, ya que es necesario cuestionar la calidad de estos números.
A pesar de haber promovido una expansión de la red federal de educación superior, a través del REUNI, el nivel de crecimiento en el acceso a la educación superior muestra una clara tendencia a la privatización. Para tener una idea, cuando Lula comenzó su mandato, había alrededor de 3,48 millones de jóvenes en el nivel superior, de los cuales el 68% frecuentaba instituciones privadas. Cuando Dilma dejó el gobierno, destituida por el golpe institucional de la derecha, la matrícula había aumentado a 8,03 millones, con una mayor participación del sector privado, que ahora capta más del 75% de la matrícula. Por lo tanto, es claro que se afianzó la privatización de la Educación Superior en Brasil bajo los gobiernos de Lula y Dilma.
El PROUNI fue uno de los grandes responsables de la expansión de la educación superior privada en el país. El PROUNI plantea una política de compra de vacantes en instituciones privadas por parte el gobierno, que luego ofrece esas vacantes en forma gratuita a los estudiantes. En el fondo, funciona como una especie de “cheque educativo”, aunque con menos libertad para que los estudiantes puedan elegir en qué institución van a formarse.
No es casualidad que, en los últimos años de los gobiernos del PT, se creó uno de los mayores monopolios en la educación superior privada del mundo, con la fusión de Kroton con Anhanguera en 2013, con más de 1 millón de estudiantes matriculados.
En la educación básica también se dio un proceso similar. Para tener una idea, de 2008 a 2014, la participación de la red privada en la educación básica aumentó de 13,3% a 18,3%, según datos del propio Ministerio de Educación. Sin mencionar las formas de privatización que se dan en las redes municipales con las asociaciones público-privadas, las formas de co-gestión y los sistemas de compra a empresas educativas que compiten por el mercado.
En la enseñanza profesional también se desarrolló un proceso similar. A pesar de la expansión de la red federal de la formación profesional, el gobierno de Dilma creó el PRONATEC (Programa Nacional de Acceso a la Educación Técnica y al Empleo), que también transfirió ríos de dinero a la iniciativa privada. En 2015, el último año en que Dilma gobernó de 1.40 mil millones de reales, liberados por PRONATEC, 1,32 mil millones de reales, fueron directamente a la iniciativa privada, principalmente la vinculada a las grandes empresas. Sin contar los más de 931 millones de reales, destinados al pago becas para cursos técnicos en la red privada.
Vemos que las políticas del PT tuvieron un fuerte acento privatizador. Los años bajo el lulismo crearon un inmenso campo de acción para quienes lucran con la educación del país, y vale recordar, que esto se hizo, con la inyección de dinero público.
Este énfasis se vio coronado cuando Dilma Rousseff sancionó el Plan Nacional de Educación en 2013, en el que se registra y garantiza por diversas formas la transferencia del presupuesto estatal a la educación privada, mostrando que la expresidenta tenía la clara intención de continuar por ese camino, durante los próximos diez años, tiempo de vigencia del Plan. También hay que recordar que los últimos años de gobierno de Dilma se dieron importantes ajustes en el área educativa, con el recorte de casi 18 mil millones de reales en el presupuesto de esta cartera.
Por otra parte, a pesar de la política de piso salarial nacional, la situación de las maestras y maestros de la educación básica se hizo difícil. Además de jornadas extensas (según nuestra ley un maestro de la red pública puede acumular dos cargos y trabajar hasta 65 horas semanales en la red oficial), un maestro de educación básica recibe alrededor de un 40% menos que otro profesional con la misma formación, es decir, contamos con jornadas de trabajo extensas y bajos salarios. Los años bajo los gobiernos petistas no modificaron esta realidad.
Al respaldar estas políticas, los petistas no encuentran la forma de oponerse hasta el final a los ataques que Temer promueve en la educación.
¿Cuál es la respuesta de los trabajadores y estudiantes?
A pesar de la cooptación de parte del movimiento estudiantil y del movimiento de maestros por el lulismo, se dieron importantes expresiones de lucha contra estas reformas empresariales y privatizadoras. Después de las manifestaciones de 2013 y con la llegada de la crisis económica mundial, el consenso lulista se quebró, lo que caracterizamos como el “fin de ciclo” de las políticas educativas lulistas.
Desde entonces, los ejemplos de lucha son muchos. Tuvimos importantes huelgas de los trabajadores de las universidades y fuertes expresiones del movimiento estudiantil, además de innumerables huelgas de maestros de la educación básica a nivel de los municipios y estados.
Se dieron dos grandes oleadas de ocupaciones de escuelas por los estudiantes, primero en San Pablo, en 2015, derrotando el proyecto del gobernador Geraldo Alckmin (PSDB) de cierre de escuelas. Y luego a nivel nacional en 2016, contra la PEC, que estableció como te comentaba un límite en el gasto educativo, con ocupaciones de las escuelas de educación básica y en las universidades. El movimiento estudiantil, antes muy restringido al movimiento universitario, se fortaleció entre los estudiantes secundarios, que dieron importantes peleas y se convirtieron en una vanguardia de la lucha por la educación pública. Este fue un importante paso adelante y se ha convertido en la marca de una nueva generación, que no hereda las traiciones y cooptaciones petistas y se radicaliza para enfrentar estos ataques.
Tanto en las escuelas como en las universidades hay una creciente insatisfacción contra los ataques de Temer. Y aunque todavía hay mucha ilusión en el PT, me parece que el movimiento oscila entre la salida defendida por el petismo, de lanzar a Lula como candidato para las elecciones presidenciales de 2018, y la urgente necesidad de plantear ahora, en forma inmediata, un plan de lucha para enfrentar y derrotar estos ataques.
¿Cómo fue la participación de los docentes el último 15M?
Primero es importante tener en cuenta, que el pasado 15 de marzo, se produjo una de las mayores paralizaciones nacionales de trabajadores que contó con una masiva participación de los sectores educativos, como hace mucho no se veía, que fue incluso el inicio de algunas huelgas de maestros en el país. Y no fue sólo la educación pública la que paró. Este movimiento contó también con una alta participación de los trabajadores de la educación privada, resultado de la expansión precaria promovida bajo los gobiernos del PT, también se movilizaron contra los ataques a los trabajadores y la educación.
Luego, a pesar de que las centrales sindicales aplazaron el paro para fines de abril, el 31 de marzo miles salieron nuevamente a las calles del país realizando manifestaciones y bloqueos contra las reformas del gobierno. Esa misma noche, Temer sancionó la tercerización irrestricta.
Te puede interesar: Brasil: miles en las calles contra los ataques de Temer
¿Cómo continúa la lucha?
La lucha continúa firme, pero venimos peleando para que los grandes sindicatos de la educación y la CNTE (Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación) sean consecuentes y construyan, desde las bases, una huelga general educativa y de los trabajadores para derrotar los ataques del gobierno golpista. Pero para eso es necesario que rompan con el petismo, pues es imposible defender la educación pública reivindicando los gobiernos de PT.
A pesar de estas direcciones, vemos que entre muchos profesores y estudiantes existe una real disposición para poner en pie un fuerte movimiento unificado de lucha para derrotar estos ataques. Y tenemos que apoyarnos en estos sectores para seguir avanzando.
Traducción: Liliana O. Caló
* Militante de MRT y Pan y Rosas, organización hermana del PTS Argentina