Según el investigador, las actuales tendencias a la privatización en la educación incluyen la participación creciente de organizaciones empresariales filantrópicas en la definición de la política educativa
Stephen Ball. Photo: OPECH
El investigador inglés, experto en políticas educativas, comenta las actuales tendencias a la privatización en la educación que incluyen la participación creciente de organizaciones empresariales filantrópicas en la definición de la política educativa, fenómeno este que ocurre en el ámbito mundial.
Ball fue entrevistado el 18 de noviembre de 2015, en Santiago de Chile, por Juan González, miembro de la Cooperativa de Trabajo Centro ALERTA y del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH) y Victoria Parra, del Colegio de Docentes de la Universidad de Columbia. Lea la entrevista, a continuación.
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Asumimos que tiene algún conocimiento sobre la situación chilena y el sistema de educación chileno.
Un poquito, sí.
Sólo por connotar algunas cosas, tenemos un sistema educativo altamente privatizado, menos del 40% de la matrícula se concentra en la escuela pública, que además son administrados por los municipios, los aranceles de las universidades se encuentran entre los más altos de todo el mundo, según la OCDE. Hay segregación escolar significativa en el sistema escolar, basada en la raza, la cultura y factores económicos, hay un aumento de la estandarización de lo que los profesores están enseñando, y tenemos más agencias que regulan la educación, tales como la Superintendencia y la Agencia de Calidad. Sin duda usted ha visto estos elementos en los sistemas educativos de otros países. A pesar de la proliferación de estos elementos, ¿qué aspectos del sistema educativo chileno llaman la atención que no se han visto en otros contextos? Nos gustaría que usted se centre en estos aspectos desde una perspectiva crítica.
La respuesta a eso es que es posible ver desarrollos similares, otras formas de privatización, en muchas partes diferentes del mundo. Estas formas de privatización se están moviendo por todo el mundo frecuentemente en relación con otros aspectos de la reforma de la educación, como el liderazgo de la escuela, evaluación, análisis de datos, y la enseñanza y aprendizaje basadas en la informática. Hay un conjunto global de las iniciativas de reforma que trabaja unificadamente para cambiar la educación.
Lo que es único acerca de Chile es el sistema de vouchers, Chile es el único país que yo conozco que tiene un sistema nacional de vouchers. Ha habido unos intentos con vouchers en otros lugares, en los EE.UU. y muy brevemente en Inglaterra y en otras partes, pero ningún otro país ha introducido un sistema de vouchers en todo el país. Y eso marca una gran diferencia dado que permite a los padres en Chile tomar decisiones fuera del sector público, que luego facilita y estimula el crecimiento y la expansión de los proveedores privados, con incentivos para participar en el sistema sobre una base con fines de lucro.
En otros lugares, el modelo dominante para la privatización es una contratación externa. Es decir, una forma de gestión y financiación mediante el cual el gobierno mantiene el control o la propiedad de las escuelas, a través de esquemas de asociación público/privada u otros tipos de acuerdos contractuales, que están a cargo de los “otros” proveedores no gubernamentales. En algunos sistemas estos otros proveedores pueden operar en alguna manera con fines de lucro, como en los EE.UU. y Suecia, en cambio en otros sistemas como Inglaterra no puede – o a lo menos no directamente. En los EE.UU., algunas escuelas ‘charter’ son administrados por organizaciones con fines de lucro, la Corporación Edison es el mayor proveedor de escuelas ‘charter’ en los EE.UU., y ellos tienen más de 400 escuelas y son una organización sin ánimo de lucro. Otras escuelas están a cargo de empresas filantrópicas o de organizaciones sociales. Pero las escuelas ‘charter’ continúan siendo una parte del sistema estatal. En Suecia también introdujeron la posibilidad de un nuevo tipo de escuela, lo que ellos llaman las escuelas gratuitas o escuelas independientes, y esas escuelas siguen siendo parte del sector estatal. Ahora cerca del 20% de los estudiantes en Suecia asisten a esas escuelas libres, la mayoría de las cuales están a cargo de los proveedores privados. Hay algunos otros proveedores, también grupos comunitarios y grupos de fe, que son un número pequeño, la mayoría de ese 20% está dirigido por organizaciones con fines de lucro, y los más grandes tienen mas o menos 20 y 30 escuelas cada uno – como Kungskapskolan.
En Inglaterra tenemos un sistema un poco como los EE.UU., en el que ahora tenemos algunas escuelas en el sector estatal, que están a cargo de ‘otros’ proveedores que son fundaciones u organizaciones de caridad u organizaciones del tercer sector o empresas sociales que se establecen específicamente para hacerse cargo de la gestión de las escuelas estatales. Sin embargo, en uno o dos casos, esas fundaciones han subcontratado la gestión cotidiana de sus escuelas a los proveedores privados. Pero eso es sólo en una minoría muy pequeña.
Y hay tipos similares de modelos de contratación externa en Nueva Zelanda y Canadá y más recientemente he estado viendo algunos avances similares en África y la India. India está tomando este enfoque y el uso de asociaciones público-privadas y la subcontratación en una gran escala. Así, la mayoría de las ciudades más grandes ahora tienen algunas escuelas con contratación externa, y el gobierno está también en el proceso de oferta para la licitación a “otros” proveedores, 2500 escuelas secundarias.
Tengo que interrumpirte un poquito, pero mencionaste que el sistema es distinto en Chile?
Sí
¿Cuál es su perspectiva sobre eso?
Lo qué ocurrió en Chile se basa en la teoría del mercado, la economía del mercado, la economía neoliberal y crea la forma más libre de las relaciones de mercado debido a que en el primer caso se da poder de decisión, en efecto, a los padres. Eso sí que en vez de hacer una elección, es que en realidad son capaces de gastar dinero en el sistema a través del bono y por supuesto que pueden gastarlo fuera del sector público, en una escuela privada. Los padres se vuelven consumidores. Y entonces esto estimula y facilita el crecimiento de la oferta privada, a través de incentivos de ingresos a los proveedores privados. Hay grupos importantes de promoción en los EE.UU., en Inglaterra y en otras partes, que desean avanzar de esta manera, pero las condiciones políticas aún no han surgido para permitir que eso suceda ¡aún!. Pero la otra cosa que tienen en Chile, lo que también es cierto en otros lugares pero en maneras diferentes, es la contradicción fundamental del mercado de la educación. Esto sucede en la medida en que, por una parte, el Estado está relegando su responsabilidad de la entrega de servicios de educación, pero por el otro tomando mayores responsabilidades para la regulación del sistema. Así que el Estado se convierte en un creador del mercado, que realiza las leyes que permiten la creación de un mercado y luego al mismo tiempo, en relación con eso, se crea un sistema de regulación del mercado. Porque aunque los Estados pueden ver como conveniente políticamente, entregar el sistema educativo a otros proveedores, al mismo tiempo la educación es de vital importancia para el Estado. El Estado tiene un interés político en la educación en términos de la cohesión social, la ciudadanía, y la mantención de la autoridad política, y también un interés económico. Los Estados requieren ciertos tipos de habilidades y ciertos tipos de competencias para el mercado laboral y para la economía nacional.
Así que hay un dilema, hay una contradicción, por un lado, el Estado está entregando, pero por otro lado está asumiendo nuevas formas de control y regulación de la educación. Así que se resulta una contradicción estructural en el mercado debido a que la lógica del mercado es la diversidad – es decir, tener tipos de bienes y servicios profundamente distintos en el mercado y el consumidor puede elegir entre esos. Pero uno de los efectos de la regulación es la normalización, el intento de garantizar que todas las escuelas tengan algunas normas básicas, que todas las escuelas logren niveles específicos del rendimiento, que todas las escuelas tengan ciertos resultados requeridos por el Estado. Así que tienes esta tensión entre la idea de un mercado libre en el que exista una diversidad de proveedores y en contra de la estandarización, y la tensión que provoca la regulación estatal. En cierto sentido, este es un mercado muy peculiar, pero por supuesto hay un montón de otros mercados como este también – la energía, el transporte, la comida – donde los Estados actúan como reguladores.
Cuando, por una parte, la justificación y la retórica de la teoría del mercado sugieren que el mercado va a producir orden social, como Adam Smith y, más recientemente, Milton Friedman y Friedrich von Hayek discuten. En términos actuales, en la práctica, los mercados no hacen eso, los mercados deben ser organizados y regulados por la intervención del Estado. El neoliberalismo es altamente dependiente del Estado para ampliar sus ámbitos de operación.
En su experiencia, ¿qué son los elementos o acciones tomadas de Inglaterra o otros países con sistemas educativos altamente privatizados que se han implementado en América Latina?
Lo más obvio que viene a la mente es el caso de Brasil. En Brasil ahora hay un movimiento para cambiar la facilitación de la participación de un nuevo tipo de actores en el proceso de la política educativa. Esto es algo que ha estado ocurriendo por algún tiempo en Inglaterra, en los EE.UU. y otros lugares. El proceso de la política, la formación política, ahora incluye a actores privados y actores filantrópicos. Hace dos años hubo una encuesta realizada en los EE.UU., preguntando a 300 educadores, ¿quién es la persona más influyente en la política educativa en los EE.UU.? La mayoría de ellos, dijo Bill Gates. Bill Gates nunca ha sido candidato, no tiene una posición en el gobierno, no tiene mandato alguno, pero es tremendamente influyente en términos de política, porque tiene montones y montones de dinero y lo gasta para lograr su visión de lo que un sistema educativo debe ser. Así que junto con otras fundaciones en los EE.UU., al igual que la Fundación Broad, Fundación Robertson, la Fundación de la familia Fisher, Fundación Walton – han cambiado colectivamente el escenario de la educación en ciudades como Nueva York, Memphis, Los Ángeles y Nueva Orleans. Ellos tienen un rol en las políticas con mucha influencia. Y las organizaciones como Teach for America y KIPP (El Programa de Conocimiento es Poder – un proveedor de la escuela Charter) también han tenido un tremendo impacto en la política de los grupos comunitarios en los EE.UU. y el pensamiento de la política al nivel gubernamental. Y lo mismo ha estado ocurriendo en el Reino Unido. De hecho, ahora un montón de trabajo de política en actualidad está contratando externamente a organizaciones privadas, que hacen el trabajo de la política. PriceWaterhouse Coopers, KPMG, Accenture, Ernst y Young hacen un montón de trabajo para y en el gobierno. Y muchas organizaciones del tercer sector y edu-empresas están involucradas en las conversaciones políticas con los gobiernos en relación a la educación.
Y en Brasil ahora este tipo de participación en la política es muy evidente, por ejemplo, en la red Educación para Todos (Educação Para Todos), que consiste en una serie de empresas y fundaciones filantrópicas como motores primarios. Y están empezando a usar algunas de las mismas prácticas de reforma que se han desarrollado en los Estados Unidos y el Reino Unido y Chile – nuevas formas de evaluación y pruebas, mejoramiento de la escuela, el liderazgo de la escuela, los métodos para comparar el desempeño de los maestros, la introducción de remuneración basado en el rendimiento, etcétera.
¿Cuáles son los objetivos de estos de grupos? ¿Cuál es el rol en la formulación de políticas?
Creo que hay dos objetivos principales y a veces no están separadas y, a veces trabajan juntos. El primero es una respuesta a las posibilidades de lucro en la educación – de maneras diferentes – no simplemente la gestión de las escuelas. De hecho, la gestión de las escuelas es una actividad bastante problemática en la cual es muy difícil generar ganancias significativas. Pero hay un montón de otras cosas de las cuales se pueden derivar beneficios de la educación, por ejemplo desde escribir materiales curriculares, a la ejecución de los sistemas locales o nacionales de evaluación (al igual que Pearson Educación a gran escala en los Estados Unidos, y por PISA), a la consultoría en los procesos de gestión, la inspección de las escuelas y la disponibilidad de servicios auxiliares de todos tipos, trabajo de apoyo a las escuelas, servicios de nómina, la oferta de docentes y el desarrollo profesional continuo. En Inglaterra empresas privadas ahora administran servicios en algunos municipios. Y junto a todo esto, por supuesto, hay actividades educativas no estatales de todo tipo, que se venden al por menor, sobre todo ahora, cada vez más, ly educación móvil (M-education como se le llama), vendidas y entregadas a través de tecnologías móviles.
Un segundo objetivo de estos nuevos proveedores se refiere a los objetivos morales, políticos e ideológicos. Así que si usted escucha lo que Bill Gates o Eli Broad pueden decir acerca de la educación, ellos tienen una creencia fundamental de que el mercado es una mejor manera de entregar la educación que la del Estado, Y ellos ponen su dinero y sus esfuerzos en realizar cambios que permitan favorecer o crear más actividades de mercado en la educación. Junto a esto hay un argumento bastante bien desarrollado de que el mercado puede ser mejor que es el Estado para abordar la inequidad social. La gente como Bill Gates argumenta que los Estados no tienen una buena historia para manejar los problemas de inequidad social. Lo que él llama “capitalismo social”, los incentivos de mercado vinculados a objetivos sociales, es la mejor forma para abordar esos problemas. Así que hay dos intereses conexos – hay un interés moral / ideológico y un interés financiero.
Además de la difusión de estas ideas, ¿has observado perspectivas críticas que surgen de los movimientos sociales y el mundo académico en estos países?
En casi todos los países en los que estas tendencias son evidentes, hay un cuerpo de crítica académica, basada en la investigación; aunque también hay defensores y empresarios de las políticas en el mundo académico que apoyan y alientan a las privatizaciones. Hay una cantidad considerable de investigación en torno a las problemáticas derivadas de la privatización, una cantidad enorme alrededor del tema de la elección de los padres, y en torno a temas como la segregación social. Y si sabemos algo acerca de los efectos de la privatización, es que sabemos que aumenta la segregación social. Pero para la mayoría de los gobiernos estos son elementos que no quieren saber, no les interesa este tipo de evidencia, porque es incómodo y difícil, pues esta información obstaculiza sus perspectivas políticas existentes. Así que a menudo hay una falta de coincidencia entre las pruebas presentadas en la investigación académica y el interés de los políticos. Junto a esto, hay varios grupos en Inglaterra que están intentando de articular respuestas críticas a la “privatización de la educación – como Integral Futuro, la Alianza Anti-Academias, la Red de Escuelas local, la Campaña de Educación del Estado y algunos de los sindicatos educativos.
En los EE.UU. hay algunas organizaciones muy activas, que responden a los procesos de privatización; por ejemplo, el Centro de Política Nacional de Educación de la Universidad de Colorado (http://nepc.colorado.edu). El NEPC responde a la “investigación” que apoya a las escuelas charter, y hay una enorme maquinaria de las publicaciones de los proveedores y los financiadores de las escuelas que informan qué tan efectivos son. El NEPC publica re-análisis de estos informes y, en muchos casos demuestra fallas significantes en las investigaciones o las afirmaciones hechas por ellas.
A partir de la pregunta anterior, en el contexto de América Latina hemos visto una gran cantidad de demostraciones sociales de estudiantes y profesores en las calles, protestando en contra de las modificaciones de la educación que está sucediendo no sólo en Chile, pero también Argentina, Brasil, México y Puerto Rico. A pesar de que la propagación incesante de la modificación de la educación hacia la privatización, a partir de su trabajo, ¿qué acciones ha observado en otros contextos que permiten a los ciudadanos luchar contra las consecuencias de la privatización de la educación? ¿Tiene algún ejemplo para compartir con nosotros? ¿Cuál es el papel de los ciudadanos para hacer frente a la mercantilización de la educación?
Bueno, de nuevo Chile es la excepción en muchos sentidos. Chile es interesante porque es el único lugar que yo sepa donde ha habido un impacto político actual alcanzado por los movimientos sociales y la crítica social. El gobierno ahora está haciendo cosas extraordinarias en muchos aspectos – la retirada de la elección en educación es casi impensable en la mayoría de las reformas en el mundo. La idea de que se puede deshacer un sistema de elección, y volver a tener no selección, y la erradicación del lucro de la enseñanza privada es realmente único. No hay nada como esto que esté ocurriendo en ninguna otra parte del mundo. Ningún otro órgano de crítica social ha logrado ese tipo de impacto en la política educativa a nivel gubernamental. Así que las manifestaciones en las calles de aquí, los estudiantes, los movimientos sociales, han tenido un efecto, que no se replica en otros lugares.
Así, con base en su recientemente trabajamos en Foucault Poder y Educación nos gustaría escuchar algunas ideas clave, herramientas clave, algunos aspectos esenciales que necesitamos para comprender y problematizar el concepto de la privatización, la mercantilización de la educación, la transformación de la educación. ¿Cuáles son los puntos clave a que debemos prestar atención en su trabajo?
Bueno, la única cosa que yo diría que es importante en términos de cómo se entiende y conceptualiza la privatización, es que la política es parte de algo más grande. La privatización es, obviamente, un cambio de política significativo en sí mismo, sino que además está asociada a un conjunto de otros cambios que juntos están produciendo nuevas formas de gobernanza. Es decir, los cambios en las formas y modalidades del Estado, cómo funciona el Estado y cómo se relaciona con los ciudadanos en cuanto a la forma en que nos gobierna. En efecto, el Estado está disipando su responsabilidad e incluye toda una serie de nuevos actores y nuevos sitios en los procesos de gobierno. Y algunos de estos nuevos actores son actores privados, son fundaciones, empresas sociales, filantrópicas, y ellos están asumiendo parte de la responsabilidad de gobernar y la gobernabilidad. Y el Estado está cambiando su papel al de meta-gobernanza -la organización de las condiciones en las que el gobierno tiene lugar, pero no hacen el trabajo de gobernar directamente. Y la privatización es parte de eso, la subcontratación y las alianzas público-privadas son parte de eso. Este es un cambio de la jerarquía y la burocracia hacia los mercados y heterarquías, hacia una forma de red de la gobernabilidad, una forma difícil de alcanzar, policéntrico de gobierno. Y el concomitante es que es más difícil hacer ejercicio o practicar formas democráticas de toma de decisiones, ya la gobernabilidad se disipa cada vez más y menos visible y responsable. Cada vez es más y más difícil de averiguar quién está tomando las decisiones importantes, y dónde, y qué conexión puede haber en esos sitios, y que responsabilidades tienen ellos. En pocas palabras, la democracia está siendo desplazada por la experiencia técnica – la formulación de políticas en sí, se está privatizando.