Las irregularidades van desde la falta de electricidad y servicios higiénicos hasta la negligencia y maltratos hacia los menores.
Fuente: Panamá América
Cerca del 35% de los Centros de Atención Integral de Primera Infancia (Caipi) que existen en Panamá no están legalizados, según datos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Solamente en el 2016, el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) cerró unos 25 Caipi, 11 más que en el 2015, por no cumplir con las normas mínimas de seguridad para los menores de 0 a 3 años.
En el país existen al menos 104 Caipi comunitarios regidos por el Mides, y cerca de 470 centros privados, de los cuales solo 200 cuentan con permisos apropiados para operar, explicó la directora nacional de Servicios de Protección Social del Mides, Ana Cristina Terrientes.
Terrientes reconoce las grandes deficiencias que presentan algunos de estos centros, que van desde espacios inadecuados para la atención de los menores hasta la falta de electricidad y personal idóneo. Indica que en inspecciones a nivel interinstitucional se han ubicado Caipi, incluso con letrinas.
En Panamá, para que un Centros de Atención Integral de Primera Infancia pueda operar debe contar como mínimo con certificación del Cuerpo de Bomberos, Salud, Sinaproc y del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial .
Igualmente, los Caipi deben garantizar la atención por parte de un personal idóneo y con carné de salud, menú balanceado aprobado por un nutricionista, además de la infraestructura y espacios apropiados para los niños.
Para el año lectivo 2017, el Mides pondrá en ejecución los nuevos estándares de calidad en 44 Caipi en todo el país, y el próximo año se sumarán otros 44 centros.
Terrientes recordó que las normas son de absoluto cumplimiento, incluso por los Caipi privados, donde en la mayoría de los casos, el personal labora de manera irregular y sin el permiso por parte del ministerio.
Denuncias – La operación ilegal no es la única causa de preocupación que tienen los padres que deciden dejar a sus hijos en un Centro de Atención Integral de Primera Infancia.
Las denuncias de padres insatisfechos con la atención en los centros infantiles llegan semanalmente a la Dirección de Servicio de Protección Social, detalla Terrientes.
La mayoría de las denuncias están dirigidas a negligencias en la atención y trato de los niños, ya sea que los dejan solos por largos periodos o incidencias entre o con los infantes.
Asimismo, los padres de familia han mostrado preocupación por la incidencia de personal extranjero o no idóneo. Pese a la constancia de las denuncias, no todas terminan con el cierre de los centros.
La recepción de las denuncias sigue un proceso que involucra el área administrativa, supervisión de trabajo social, pedagogos y nutricionista, que reúnen la información que posteriormente se brinda al Mici.
Paradójicamente, siendo el Mides el rector de las políticas públicas sociales y de los Caipi, no tiene la autoridad para ordenar el cierre de estos centros.
“Estamos atados de manos”, sostiene Terrientes.
No obstante, los padres pueden interponer su denuncia por vía telefónica o de forma personal ante la Dirección de Servicio de Protección Social.
Si los casos involucran niños maltratados se requiere imágenes que respalden la investigación que pasaría a estancias mayores, recomiendan expertos.
En tanto, la profesora Natividad Jaramillo, coordinadora de padres de Educación Especial del Ministerio de Educación (Meduca), agrega a las deficiencias de los Caipi el hecho de no reunir el estatus mínimo para atender a menores con limitaciones especiales.
Jaramillo sostiene que la mayoría de estos centros no cuentan con especialistas que garanticen la intervención oportuna para abordar a los niños previo al proceso de lectoescritura.
Primera infancia
La atención a la primera infancia es una tarea pendiente por resolver en Panamá, dejó en evidencia un informe sobre el Rol de la Familia y la Comunidad en la Educación Inicial de la Primera Infancia de 1 a 3 años, presentado por la Universidad Especializada de las Américas (Udelas).
El rector de Udelas, Juan Bosco Bernal, indicó que la niñez en la primera infancia no tiene una cobertura de servicio apropiada.
Sostiene que solo entre 7% y 10% de esa niñez recibe los servicios técnicos y profesionales adecuados.