Esta es la opinión de Max Lawson, coordinador de campañas globales de Oxfam, respecto a las escuelas privadas de bajo costo; el tema ha suscitado amplios debates en razón de una polémica en torno a informe del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) británico.
Fuente: Con informaciones de The Guardian
Las llamadas escuelas privadas de bajo costo, o low-fee private schools en inglês, son un fenómeno que viene en aumento en distintas partes del mundo, sobre todo en África y Asia. Dichos centros de enseñanza privada se dirigen a familias de bajos ingresos, con la promesa de ofrecer una educación de calidad.
Sin embargo, no hay todavía datos suficientes para que se compruebe la calidad de la educación ofrecida por estos colegios. Al respecto, una polémica ha ganado visibilidad en la última semana, gracias a la respuesta de James Tooley, profesor de política educativa en la Universidad de Newcastle, a un informe del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) británico.
Mientras el estudio de DFID no se ha mostrado conclusivo sobre el tema, el informe de James Tooley, publicado por Pearson Education, trata de defender el modelo de educación privada y escuelas privadas de bajo costo. Los dos informes están basados en otros 59 estudios académicos, la mayoría relativa a países asiáticos.
James Tooley es hoy uno de los mayores defensores de la educación privada y de la reducción del papel del Estado en la educación. Pearson Education, a su vez, es uno de los mayores conglomerados en el mercado de educación privada y en el mercado editorial en el mundo.
Frente a la polémica suscitada por Tooley, importa notar las cuestiones en juego en el contexto en que emergen los dos informes, es decir, un contexto de achicamiento del Estado y de fuerte tendencia de retracción en la ayuda internacional en educación, con amplia incidencia de actores privados interesados en ocupar el espacio dejado por el sector público. En ese sentido, las escuelas privadas de bajo costo representan un mercado que moviliza, solo a través del Affordable Learning Fund de Pearson, 49 millones de dólares.
En reconocimiento al callejón sin salida de esta coyuntura en que los intereses corporativos están tan fuertemente presentes, distintas organizaciones han llamado la atención sobre la importancia de fortalecer la educación pública, con la finalidad de impedir que este derecho deje de cumplirse en función de intereses de mercado. Así, Max Lawson, director de campañas globales de Oxfam, recuerda: “Solo la enseñanza pública y gratuita puede acercarnos de la educación para todas las personas en lugar de unas pocas”.
Recursos:
Descarga el informe de DFID (en inglés).
Lea el informe de James Tooley (en inglés).