El equipo de investigadoras/es que produjo el estudio The role and impact of private schools in developing countries, del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) de Reino Unido, responde a las críticas que la investigación recibió de James Tooley y David Longfield
Fuente: Con informaciones de UKFIET
Un equipo de 10 investigadoras/es, formado por Laura Day Ashley, Claire Mcloughlin, Monazza Aslam, Jakob Engel, Joseph Wales, Shenila Rawal, Richard Batley, Geeta Kingdon, Susan Nicolai y Pauline Rose, acaba de difundir un comunicado en el que comenta la producción del informe The role and impact of private schools in developing countries (el papel y el impacto de las escuelas privadas en los países en desarrollo, en traducción libre), que elaboró para el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID), de Reino Unido. El mismo comunicado también trata de responder a las críticas que dicho estudio recibió de James Tooley y David Longfield, en otro informe publicado por Pearson Education [sepa más aquí].
Lo que sabemos – y no sabemos – sobre el impacto de la escolarización privada en los países en desarrollo es el título del comunicado que busca reforzar la importancia del estudio de DFID para ordenar las evidencias existentes y disponibles respecto al papel de la educación privada en la formación de las personas de mayor vulnerabilidad social en los países en desarrollo, como también evaluar el impacto que ese tipo de educación puede tener en la vida de dichas personas y en la superación de las desigualdades. El estudio de DFID, al final, discute las relaciones entre la privatización y el desarrollo a partir de las evidencias disponibles, tema este que viene suscitando fuerte interés político en los ámbitos nacional e internacional y que ha sido el foco de una serie de investigaciones recientes (59 de las cuales se analizan en el informe).
Mientras Tooley y Longfield expresan la opinión de que la calidad de la educación privada es superior a la de la educación pública, los 10 expertos/as contratados por DFID demandan cautela. “Con base en ese proceso riguroso, nuestra revisión identificó que llegar a conclusiones generales sobre el impacto de la escolarización privada es difícil en razón de la diversidad del sector privado de educación, de las brechas significativas en la evidencia, y del hecho de que raramente se puede generalizar la investigación disponible más allá de su contexto específico”, dicen en su texto-respuesta.
El mismo equipo se muestra sorprendido por el informe de Pearson que, según afirman, no tomó en cuenta los puntos de coincidencias de opinión entre los dos informes, ni el rigor con que se realizó en estudio de DFID.
James Tooley es hoy uno de los mayores defensores de la educación privada y de la reducción del papel del Estado en la educación. Pearson Education, a su vez, es uno de los mayores conglomerados en el mercado de educación privada y en el mercado editorial en el mundo.
A pesar de la visibilidad adquirida por el tema a partir del debate entre los dos informes, es fundamental percibir que tienen amplitud restricta, una vez que enfocan prioritariamente algunos países del Sur de Asia. De esa manera, no se debe tomar ni uno, ni otro, como representativo de un contexto mundial más amplio.
Lee aquí el comunicado del equipo de investigación contratada por DIFD (en inglés).
Descarga el informe de DFID (en inglés).
Lee el informe de James Tooley (en inglés).