Campaña #SinCostoNiBajoCosto une madres y padres para demandar educación de calidad y revela que las escuelas privadas no ofrecen educación de calidad, en Pakistán
Fuente: The Express Tribune | Por Salman Anwer Habib | Traducción: María Mercedes Salgado
A la guisa de una educación de calidad, los establecimientos privados han implementado una estructura de cobros onerosos, con aumentos anuales. Foto: TWITTER vía The Express Tribune
En 2002, cuando las escuelas privadas iniciaron su largo, prolongado proceso de sangrado de los padres y las madres de este país seco, muchas personas predijeron que llegaría el día en que la clase media y la clase media alta tendrían que dejar sus oficinas con aire acondicionado para poner carteles indignados en la calle y con furia agitar sus puños en el aire.
Ese día ha llegado.
Recientemente, las madres, los padres y estudiantes en Karachi congregados en la rotonda KDA y en el norte de Nazimabad marcharon hasta el hospital Ziauddin en protesta por la tremenda alza de las cuotas escolares privadas. Los padres en Islamabad también han organizado manifestaciones en firme oposición al aumento desordenado de las cuotas de matrícula.
Sus pancartas decían:
“Dejen de ganar en nombre de la educación”
“Sin Costo ni Bajo Costo”
Y sus voces enfurecidas resonaban por toda la ciudad:
“Taleem ke naam pe dukandaari nahin chalay gi!”
“Yeh kaisa insaaf hai?”
Su ira no es injustificada. El futuro de cualquier país descansa sobre los hombros del sistema educativo. El sistema educativo de Pakistán está plagado de desigualdades en todos los niveles. La doble naturaleza del sistema ha producido una enorme brecha en la sociedad sobre la base de las lenguas y las clases. El sector de la población que puede permitirse ir a las escuelas privadas, que se han convertido en sinónimo de la expresión “educación de calidad”, tiene capacidad de tener éxito. El otro sector que ha sido relegado a la esfera sombría de las escuelas públicas sólo espera encontrar discriminación en el ámbito profesional. Ahora, con el aumento de las tasas de matrícula de las escuela privadas, la clase media ha sido golpeada con el choque de la realidad: todo tiene un precio. Ha sido sacudida despertando de su sueño. Está presionando por reformas en el sector de la enseñanza privada; los padres están hablando de aproximarse del MNA y del Presidente.
Bajo la apariencia de una educación de calidad, las instituciones privadas han implementado una estructura de cuotas escolares aplastantes con incrementos anuales lanzados sin previo aviso. Esto ha puesto en peligro el futuro de muchos estudiantes. Los futuros médicos y las futuras médicas, ingenieras/os y líderes tienen que hacer frente a este duro golpe; podrían no ser capaces ya de pagar por sus sueños. De hecho, muy pocos niños y niñas lo harán.
El argumento que la institución de educación privada está presentando a las madres y a los padres descontentas/os es que la educación de calidad es cara y las escuelas tienen que soportar los altos costos de mantener los estándares. Ha llegado el momento de cuestionar esas afirmaciones. Este mito de la “educación de calidad” en las escuelas privadas necesita ser disipado de una vez por todas. La terrible verdad es que el nivel de la educación en las escuelas públicas y privadas es aterrador.
Un estudio llamado el Debate Educativo en Pakistán: ladrando al árbol equivocado realizado en 2010 por Irfan Mufazzar y Faisal Bari afirmó que el aprendizaje en ambos tipos de instituciones, públicas y privadas, es de muy mala calidad. El estudio cita que si el sistema de educación en el país se revisa en su conjunto, hay muy poca diferencia entre las instituciones públicas y privadas en términos de calidad de la educación.
Las madres y los padres de este país claramente comparten ese sentimiento. Uno de los padres en la protesta en Islamabad afirmó que las escuelas acaban construyendo más edificios y el enfoque en la educación es notablemente bajo.
La pregunta, por tanto, es que si las afirmaciones de “educación de calidad” son esencialmente falsas, entonces ¿por qué estas escuelas privadas cobran? ¿Cuáles son las mejorías anuales que logran si el nivel de la educación sigue siendo básico?
Desembolsamos la mitad de nuestros sueldos y a veces más que eso para poder enviar a nuestros hijos e hijas a las escuelas que se jactan de “estándares más altos” y “calidad internacional”. ¿Qué padre o madre no quiere dar lo mejor a su hijo/a? Pero el hecho es que nos han engañado. Hemos estado cegados por esas frases maravillosas que nos dicen que nuestros hijos/as tendrán un fututo más brillante.
En 2012, el Informe sobre el Estado Anual de la Educación lanzó una publicación en que sale una investigación sobre la educación pública y privada en Pakistán. Estos son los hechos deprimentes sobre lo que nuestros hijos/as están haciendo en realidad en las escuelas privadas: Irfan Muzaffar ha hecho el sorprendente descubrimiento de que “la enorme cifra de 43% de los y las estudiantes de las escuelas privadas eran incapaces de leer una historia en Urdu”.
43 por ciento. Déjenme reflexionar.
Por otra parte, nota que los niños/as que asisten a escuelas privadas tienen más probabilidades de asistir a clases particulares en comparación con los niños/as de las escuelas públicas. Así que los padres y las madres no sólo están aguantando la carga de las cuotas escolares privadas, también están yendo a la quiebra para mantener el ritmo de las clases particulares.
Además de esto, en un estudio llamado la Eficacia de lo Privado, lo Público y de las Asociaciones de Escuelas Privado-Públicas en Pakistán, cuando se comparó la destreza académica de los niños/as en las escuelas privadas con las normas trazadas en el currículo nacional de Pakistán, Ravish Amjad y Gordon MacLeod del Idara-e-Taleem-o-Aagahi notaron que los niños/as de tercer grado no fueron capaces de realizar las tareas que se esperan de ellos/as cuando finalizan el primer grado.
El 49% no eran capaces de leer palabras sencillas en inglés.
El 32% no eran capaces de hacen restas y sumas sencillas.
El 45% no eran capaces de leer frases sencillas en Urdu.
Estos no son más que números en una página. Ellos son nuestros hijos e hijas. ¿Es esta la “educación de calidad” que estamos pagando? ¿Dónde está la “excelencia académica”, que las escuelas privadas nos prometieron?
Uno de cada tres niños/as que van a la escuela asiste a instituciones privadas. Esto significa que uno de cada tres padres/madres cuyos hijos/as van a la escuela pagan ridículamente grandes sumas de dinero para que la educación sea apenas mejor que la que las escuelas públicas ofrecen, y es significativamente inferior a lo que establece el currículo nacional de Pakistán.
¿Estos/as pedagogos/as capitalistas no sienten vergüenza? Están explotando el amor que le tenemos a nuestros/as hijos/as, están exigiendo más y más dinero de los padres y madres en un clima económico sin esperanza y sombrío, y ¿qué es lo que los padres, las madres y nuestros hijos/as recibimos a cambio? Nada, excepto mentiras disfrazadas en palabras bonitas.
No nos dejaremos engañar por más tiempo.
Insto a todos los padres y todas las madres a unirse a la campaña #SinCostoNiBajoCosto (#NoFeeTillLowFee) para detener la explotación desenfrenada de nuestros/as hijos/as a manos de estas instituciones privadas sin consciencia. Tenemos que hacerlas responsables por todas las promesas que han hecho. Esta es una llamada de atención a todos los padres y todas las madres en el país: los hechos están en a la vista. Han sido estafados. Pónganse de pie y luchen por los derechos de sus hijos e hijas.