“Beneficios privados, pérdidas públicas”: Por qué el estímulo a las escuelas privadas de bajos costos está afectando a la calidad de la educación

El informe de la CME establece las corrosivas consecuencias – mayor desigualdad y segregación social – de incrementar la privatización en la educación y expresa serias dudas sobre la capacidad de las escuelas privadas y lucrativas de bajo costo, para lograr una educación de calidad para todos y todas

Fuente: CME

capa-InformeEl nuevo informe de la Campaña Mundial por la Educación (CME) intitulado “Beneficios privados, pérdidas públicas” muestra pocas evidencias de que las escuelas privadas de bajo costo sean mejores que las escuelas públicas, mientras sus efectos negativos aumentan, con la creciente presencia de este modelo educativo en países de África y Asia.

De acuerdo al estudio, que analiza el crecimiento de la educación privatizada en el mundo, no existen evidencias sólidas de que las escuelas privadas dirigidas a familias de bajos ingresos proporcionen una educación mejor que las escuelas públicas. El informe establece las corrosivas consecuencias – mayor desigualdad y segregación social – de incrementar la privatización en la educación y expresa serias dudas sobre la capacidad de las escuelas privadas y lucrativas de bajo costo, para lograr una educación de calidad para todos y todas.

Las escuelas privadas de ‘bajo costo’ se han presentado como un modo de arreglar los problemas de los sistemas educativos públicos en muchos países en desarrollo, con defensores – que incluyen la multinacional del campo editorial y educativo Pearson PLC, los billonarios Bill Gates y Mark Zuckerberg, el Banco Mundial y el Departamento de Desarrollo Internacional de Reino Unido – los cuales argumentan que este modelo educativo ofrece una educación de calidad para las familias más pobres a un bajo costo. El informe “Beneficios privados, pérdidas públicas: por qué el estímulo a las escuelas privadas de bajo costo está desencaminando la educación de calidad”, examina estos argumentos y, tras el estudio de una amplia gama de pruebas, considera que los mismos son insuficientes. En realidad, se verifica que dichas escuelas empeoran la desigualdad social, creando un sistema injusto en el que la calidad de la educación de un niño o una niña viene determinada por lo que su familia puede permitirse pagar.

El informe recomienda que los gobiernos deben detener este peligroso experimento con las escuelas privadas de bajo costo y, en su lugar, comprometerse a mejorar sus sistemas educativos públicos. “Con los fondos adecuados, políticas sólidas y mucha voluntad política, los gobiernos pueden ofrecer una educación gratuita de calidad, accesible para todos y todas”.

Tanvir Muntasim, Director de política internacional para la educación, en ActionAid International, señaló: “Lo que es bueno para los negocios normalmente va en contra de lo que es mejor para los niños y niñas, y las familias en la pobreza. En última instancia, estas escuelas privadas y lucrativas de bajo costo están preocupadas en generar beneficios y crecimiento – con la mínima inversión – a los inversores, y no se toman serias consideraciones sobre la calidad de la educación ofrecida”.

Dicho informe ha descubierto que estas escuelas:

• Mantienen su bajo costo ofreciendo mala calidad: la falta crónica de financiación de la educación pública ha conducido a unos pésimos resultados, pero las escuelas privadas también tienen malos resultados. Los Estados reconocen que un profesorado bien formado es uno de los factores más importantes para ofrecer una educación de calidad – pero esta formación está siendo sustituida por lecciones estandarizadas impartidas por profesoras/es que, en los casos más extremos, sólo han tenido 4 días de formación.

• El precio de estas escuelas mantiene a las familias con menos ingresos fuera de las clases: en Nigeria, el costo medio para enviar dos niños/as a una escuela privada de bajo costo consume casi el 40% del salario mínimo mensual – sin embargo, el 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, ganando como mucho el 72% del salario mínimo.

• Eleva barreras para la educación de las niñas: cuando los padres y las madres en India, Pakistán y Kenia no pueden matricular a varias/os hijas/os, las evidencias muestran que a menudo se elige a los niños por delante de las niñas para ir a la escuela.

• Fracasa en llegar a niños y niñas con discapacidades: incluso aunque los padres y las madres de las/os niñas/os con discapacidades pudieran permitirse pagar, sus hijas/os pueden verse discriminadas/os, o ver denegado su acceso a estos centros educativos, como demostró un estudio en Nepal.

El informe señala una ruta para suministrar una educación de calidad para todos y todas, pero advierte que no existen soluciones rápidas. “Los gobiernos deben dejar de subvencionar a las escuelas privadas y en su lugar financiar las escuelas públicas. Debe invertir en la formación de profesoras/es y de un personal de apoyo cualificado, en instalaciones escolares adecuadas para su propósito. Además, las escuelas públicas deben ser responsables y trasparentes para evitar la corrupción y el mal uso de los fondos, mientras que también se debe hacer a las escuelas privadas responsables y regularlas para garantizar que cumplan con los estándares educativos nacionales”.

El estudio también subraya que políticas fiscales inteligentes pueden ayudar a proporcionar a los países los fondos necesarios para estas mejoras en la educación pública. De acuerdo al informe, el FMI estima que los países en desarrollo pierden 200.000 millones de dólares al año debido a que las empresas utilizan paraísos fiscales. Tan sólo en 20% de estos recursos sería suficiente para cubrir la falta de fondos necesarios para suministrar una educación de calidad a todos y todas.

El documento señala que los gobiernos e instituciones donantes deben apoyar estas políticas e impulsar sus propios niveles de inversiones en la educación pública, que se han estancado y han caído en los últimos años. Advierte además que desviar los fondos existentes a proveedores con fines de lucro del sector privado, erosionará aún más los sistemas públicos ya debilitados, y negará a otra generación su derecho a una educación gratuita y de calidad.

Según la presidenta de la CME y coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), Camilla Croso, la explosión de escuelas privadas de bajo costo y su respaldo por parte de gobiernos y donantes no respetan el compromiso asumido por los Estados con la garantía del derecho a una educación gratuita y de calidad para todos y todas, en el marco de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tan sólo hace un año. “El logro de una educación universal en todo el mundo siempre ha dependido de la creación de un sistema educativo dirigido por el poder público – y en ello deben realizarse importantes inversiones, no en la educación privatizada y lucrativa. No debe haber espacio para el lucro en la educación – especialmente en lo que refiere al derecho a la educación de las personas con menos ingresos en nuestras sociedades”.

El informe de la CME “Beneficios privados, pérdidas públicas” fue lanzado oficialmente el 6 de octubre de 2016, durante el Foro político de la sociedad civil en las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI)/Banco Mundial 2016.

Descargue el informe completo aquí [en inglés].

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