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Argentina: ¿Acortar la brecha de habilidades o realizar una educación integral?

En texto enviado al diario “Clarín”, Maximiliano Estigarribia, de la CADE, contrapone la mirada de una educación centrada en las demandas de mercado, presente en una nota de opinión publicada por este periódico, y defiende una concepción integral de la educación como un derecho humano fundamental

Foto: Simenon

Foto: Simenon

En reciente nota de opinión publicada por el diario Clarín, los economistas Nicolás Ajzenman y Eduardo Levy Yeyati sostienen que una educación con contenidos rígidos y anticuados alimenta la creciente distancia entre la oferta y la demanda de habilidades en Argentina. Plantean la necesidad de implementar estructuras dinámicas que acompañen los avances en los conocimientos y habilidades tendientes a propiciar la adaptación de las personas trabajadoras a las demandas del mercado.

En estos procesos, consideran fundamental el apoyo de las empresas por ser quienes en última instancia determinan la demanda de empleo, así como la puesta en práctica de herramientas como los Consejos de Habilidades y los Programas de Aprendices, herramientas a las que identifican como el mejor instrumento para crear empleo joven y mitigar el desempleo tecnológico. Sigue leyendo

La respuesta conservadora al movimiento estudiantil chileno de 2011: educación neoliberal y los medios

Screen Shot 2015-11-04 at 10.11.06 AMEste análisis enfoca la relación entre los medios y las políticas educativas en el contexto de la ‘neolengua neoliberal’, que ha caracterizado la circulación actual de ideas en la producción cultural. Adoptando una teoría general, el artículo presenta un análisis crítico del discurso sobre los editoriales que trataron el tema del movimiento estudiantil de 2011, publicados en El Mercurio, el periódico más influyente de Chile. El Mercurio es más que un periódico. Es una institución; una institución que apoya ideas conservadoras. El Mercurio enmarcó la discusión pública sobre las políticas educativas y defendió la educación neoliberal con base en tres discursos: el sistema neoliberal es absoluto, la educación pública tiene menos valor que la educación privada y la educación es un asunto de orden técnica, no política. Al adoptar dicha estrategia retórica, estos discursos intentaron mantener el sistema educativo neoliberal en Chile, lo en en contrapartida implicó en el rechazo a las luchas sociales del movimiento estudiantil.

Descárguelo (en inglés): Cristian Cabalin (2014). La respuesta conservadora al movimiento estudiantil chileno de 2011: educación neoliberal y los medios. Discourse: Studies in the Cultural Politics of Education, 35:4, 485-498.

Entrevista: “En la prensa hegemónica, la educación aparece vinculada a la escuela pública como caos y a la escuela privada como calidad”

¿Cómo el tema de la privatización de y en la educación aparece en los medios de comunicación? Esta pregunta orientó el estudio “Mediatización y Privatización de la Educación en América Latina: Tensiones y Disputas en la Cobertura Mediática”, realizado conjuntamente por el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba y por la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). La investigación se dividió en dos frentes: un equipo del Centro de Estudios Avanzados analizó la cobertura de educación vehiculada durante un mes por ocho periódicos, en cuatro países – El Clarín y Página 12 (Argentina); El Mercurio y El Mostrador (Chile); El Comercio y El Telégrafo (Ecuador); y El Universal y La Jornada (México), así como algunos portales de prensa digital, con una muestra de cerca de 100 a 200 noticias por periódico. De otra parte, desde ALER se evaluó la cobertura radial del mismo tema.

#Contracorriente entrevistó a Eva Da Porta, docente e investigadora del Centro de Estudios Avanzados, quien coordinó la investigación en periódicos gráficos y digitales.

Esta entrevista es parte del Especial: "La educación privatizada" 

Para la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), conocer y contrarrestar las distintas formas de privatización en la educación en América Latina y el Caribe, y en particular sus riesgos e impactos para la realización del derecho humano a la educación, es una tarea urgente. En esa serie de entrevistas, #Contracorriente presenta las conclusiones y puntos de vista de investigadoras/es recientes sobre el tema, que permiten conocer mejor los contornos de este fenómeno en nuestra región. Las entrevistadas y entrevistados comentan puntos como los impactos de las Alianzas Público-Privadas en la educación, las consecuencias de la comercialización de servicios educativos en el mercado de acciones, y también el hecho de que las tendencias hacia la privatización se encuentran profundamente respaldadas por los medios de comunicación hegemónicos. Dichas investigaciones han sido realizadas con el apoyo de la Iniciativa de Investigación sobre la Privatización en la Educación (PERI, por su acrónimo en inglés), de Open Society Foundations, mediante una convocatoria que contó con los aportes de la CLADE. ¡Acompáñenos!

Descarga aquí el informe de resultados del estudio Mediatización y Privatización de la Educación en América Latina: Tensiones y Disputas en la Cobertura Mediática. 

Lee, a continuación, la entrevista: 

¿Qué se puede decir sobre la influencia que tienen los medios de comunicación en los procesos de privatización de y en la educación en América Latina?

Eva da Porta. Foto: Archivo personal

Eva da Porta. Foto: Archivo personal

El eje de nuestro trabajo fueron los medios hegemónicos, es decir, los medios que tienen una posición dominante en el mercado en cada país, ese fue el énfasis más analítico para tratar de encontrar de qué manera esos medios van construyendo ideas y sentidos dominantes en torno a los procesos de privatización de la educación, pero también nos pareció interesante indagar medios que estuvieron posicionados desde otras perspectivas que, si bien no son hegemónicos, también conviven en el mercado de la prensa gráfica. Se puede decir que los medios hegemónicos siguen siendo constructores de opinión pública, de discurso social, de las representaciones en torno de la realidad, y siguen marcando la temática, los enfoques, el espacio de la discusión – siguen siendo la esfera de la discusión de lo público. A pesar de las transformaciones que hay por la Internet, ellos siguen siendo reconocidos como los diarios que interpretan el sentir de la nación. Esos medios son los más leídos y los que tienen mayor circulación, y también son los más retomados en el discurso público, en los discursos políticos, en los discursos empresariales, en los discursos educativos. Son quienes definen las temáticas de lo que se debe discutir, de lo que se debe pensar, y de lo que se debe sentir por la actualidad, aquello que nos pasa a todos y todas. Aunque esta hegemonía hoy está jaqueada por los medios independientes, sigue siendo dominante su posición en la construcción de agenda.

La temática de privatización en educación es una temática central, sobre todo por la magnitud de lo que encontramos, hay una presencia muy notable de esa temática en los medios investigados y atraviesa todas las secciones de los diarios.

¿Qué tipo de enfoque se da al tema de la privatización de y en la educación en esos periódicos?

Los estudios relevados por otras investigaciones son estudios de editoriales o de artículos de opinión, donde es más fácil ver el enfoque ideológico que se da a cualquier temática. Nosotros estudiamos no solamente el formato de Opinión sino también que trabajamos con el formato de Noticia y Crónica, donde predomina un estilo más objetivo, más distante, más neutral, que hace más complejo ver de qué modo los medios van poniendo ciertos énfasis sobre determinados contenidos. En el género de opinión, los diarios opinan a través de sus propios editoriales y dejan el espacio abierto a las y los especialistas en los artículos. Lo que ocurre es que hay mucha coincidencia entre lo que esos especialistas dicen y el posicionamiento de cada diario. Son muy pocos los diarios que hemos visto en que hay una apertura o una paleta amplia ideológica. Por lo general, en los medios más hegemónicos, hay una perspectiva más orientada hacia la privatización: predominan los especialistas consultores/as “think tanks” que trabajan quizás desde una empresa de consultoría privada, y que hemos atestado que tienen columnas de opinión todas favorables a los procesos de privatización. Estos/as consultores/as ofrecen información más cuantificada en defensa de una educación privatizada y en desmedro de la educación pública. En los diarios más progresistas, aparece la figura del o de la intelectual critico/a que es por lo general de un centro universitario, un investigador/a, un sociólogo/a, que plantea la problematización de la educación y del tema central de los procesos de privatización de la educación en nuestros países. Pero en los medios mas conservadores o de perfil neoliberal predomina un enfoque afín a la privatización de la educación.

¿Qué caracteriza la cobertura de la prensa hegemónica respecto al tema de la privatización en el campo educativo?

En líneas generales, la prensa orientada hacia la privatización plantea algunas cuestiones que se repiten en todos los países. Lo que encontramos en esos medios es un énfasis puesto en la mayor eficiencia del sector privado al respecto de lo público en cuestiones de la educación. Eso es muy marcado en todos los medios de orientación neoliberal conservadora. Se destaca de distintas formas que la educación privada es más eficiente que la educación pública y se pone un fuerte énfasis en la ineficiencia de las políticas públicas, de las escuelas públicas, de las decisiones del Estado, de los y las funcionarios/as estatales – este es un punto central. El otro punto central es cómo se va construyendo la noticia orientada a favorecer o tratar como positiva la Alianza Público Privada en educación. Hay distintas maneras a través de que en las noticias se va orientando las lecturas que positivan la influencia o el ingreso de los sectores privados en lo público, por ejemplo, aparecen noticias vinculadas a las ventajas que traen determinadas empresas que invierten en las escuelas estatales, que ponen la tecnología a la disposición de las y los estudiantes, que abren pasantías en empresas privadas, etc. Otro punto es que la educación se plantea como una cuestión individual, inclusive los derechos son tomados como individuales. No hay un enfoque de la educación pública como una cuestión colectiva, pero se destacan historias de vida de niñas/os provenientes de sectores marginados o maestras/os y cómo del esfuerzo individual, se generan buenas prácticas educativas. Está muy centrada la mirada en la educación como formación del individuo y no como una cuestión social, comunitaria y derecho humano – lo que no aparece de ninguna manera. Como la educación está relatada como si fuera un servicio, todas las cuestiones vinculadas a demandas de las y los docentes, movilizaciones y paros están pensadas como obstáculos para que las y los ciudadanas/os puedan educarse. Hay una mirada no política del tema, es decir, todos los hechos políticos vinculados a la educación están evaluados negativamente. Las y los docentes – y eso quedó muy claro en el caso de México porque todo el mes estudiado (octubre de 2013) estuvo atravesado por los conflictos docentes – son asociados a cuestiones de delito: frente a los paros, las tomas y acciones de las y los docentes en lucha, se ha puesto el énfasis en los efectos negativos que eso genera sobre el comercio, sobre el funcionamiento de la ciudad. Todo lo político está valorado negativamente, la militancia estudiantil, las demandas de las y los docentes, etc. Otra cuestión que aparece muy fuerte es que el diagnostico de los problemas relacionados a la falta de inclusión, a la segregación, etc., que son diagnósticos que uno podría hacer de los sistemas educativos nuestros, siempre se resuelven a partir de perspectivas claramente orientadas a la privatización: más eficiencia, más gestión empresarial, más ingreso de capital privado. Hay un reconocimiento del problema educativo, pero la respuesta siempre viene de la mano del sector privado o de alianzas público-privadas. El Estado es siempre planteado como ineficiente, hay un claro posicionamiento en contra de la educación pública y la calidad es siempre asociada al esfuerzo individual, a estándares internacionales, a aportes del sector privado. Lo público es siempre vinculado a la ineficiencia, a la falta de calidad, o sea, se critica fuertemente toda la inversión del Estado en educación, como si estuviera mal orientada. Respecto de las fuentes consultadas, cuándo algún/a funcionario/a del Estado es entrevistado, en el próximo párrafo es deslegitimado contraponiendo “datos” que lo deslegitiman. Esa es una situación común, se evalúa la educación con criterios económicos, se utiliza el lenguaje de los intereses económicos, la eficiencia, la cantidad, y los números, los resultados de las pruebas estandarizadas como los máximos componentes para medir la calidad de la educación. Otra cuestión que parece muy fuerte son los lugares comunes que se van construyendo en el discurso. En el discurso hegemónico la escuela pública siempre aparece asociada a caos, a crisis educativa, a ineficiencia, a déficit, a malos resultados, y la educación privada aparece asociada a calidad, al respeto del individuo, a valores positivos a progreso individual.

¿Y cómo es la cobertura de los medios más críticos?

En las perspectivas más críticas, en diarios orientados hacia líneas más de izquierda, hay enfoques muy distintos de educación. En primer lugar, está planteada la educación como un derecho más claramente, esto no lo vemos en la prensa de tipo más hegemónico donde la educación no está planteada como un derecho social, sino que como un derecho individual. Se pone énfasis en las demandas al Estado y en las políticas públicas, que son valorados positivamente. Además, aparecen otros actores sociales como fuentes, se le da la voz a las y los maestras/os, estudiantes, madres y padres de familia, a las comunidades que demandan – actores sociales que en la prensa hegemónica son genéricos, están casi invisibilizados. En la prensa orientada a una perspectiva más social aparecen otras voces, otros encuadres, se contextualiza la información, se vincula el hecho educativo con diversos procesos sociales. Hay una mirada más socioeducativa, dónde lo político aparece como dimensión de lo educativo. Se piensa a las y los docentes, por ejemplo, desde el derecho laboral y no como quiénes reclaman y hacen un paro y obstaculizan a las y los estudiantes en sus estudios. En la prensa mas hegemónica las y los docentes casi no tienen voz, son hablados por otras personas; en algunos caos, se les da la palabra, pero hay una voz hegemónica que ofrece un relato en contra. En cambio en la prensa más progresista las y los docentes son voceras/os y representantes de su grupo social. De igual modo las y los estudiantes: en la prensa más hegemónica, se invisibiliza sus demandas – y además, las personas adultas suelen hablar en su lugar, mientras en la prensa más alternativa las y los estudiantes son tomadas/os como sujetos de derechos, tienen voz, son consultadas/os, es un enfoque muy distinto.

¿Cómo comprender la influencia de la publicidad que financia a los vehículos de comunicación en la cobertura de educación?

En el caso de los medios estudiados, un solo el medio es estatal, El Telégrafo, de Ecuador; todos los otros viven de la publicidad. En el caso de El Mercurio, es muy notable la cantidad de publicidad de escuelas y universidades privadas y con mucho espacio, cubriendo las mismas hojas donde aparece información sobre educación. En los otros medios, de otros países, no aparece tanto la publicidad de empresas privadas de educación, pero hemos encontrado noticias que uno puede reconocer que es una publicidad encubierta, por ejemplo, que determinada empresa, Intel, va a dar un curso de capacitación gratis a docentes o que va donar determinada cantidad de computadoras a escuelas. La cuestión de la publicidad es central, en la medida que permite a los medios tener mayor o menor independencia respecto de las temáticas.

¿Qué se puede decir sobre el alcance de esos periódicos? ¿Cómo ve usted el impacto relativo de esos vehículos, su capacidad de difundir sus ideas?

Lo que se puede ver es que los medios gráficos nacionales diarios siguen definiendo la agenda temática, se tiene mucha potencia discursiva porque después son retomados por otros medios, por otros discursos a lo largo del día, se impone la agenda. Por ejemplo el tema del bullying aparece repetidas veces en los medios hegemónicos, y por lo general el tema del bullying o la violencia hacia las y los estudiantes en la escuela aparece asociado a escuelas públicas, escuelas de sectores marginados. Esos encuadres forman una cadena de sentidos que queda asociada a esos lugares y luego los otros medios, los otros espacios de discusión van retomando esa temática. Entonces, hay que considerar la influencia de los medios en términos de representaciones sociales, o textos que van teniendo ciertas ideas que se van haciendo aceptables. Esa idea de que la educación privada es de mejor calidad se va construyendo en parte en ese tipo de noticia que muestra, por ejemplo, una escuela privada con capitales privados y aportes de una empresa, donde las niñas y niños hacen un experimento que largan al espacio un robot para medir una cuestión de la atmosfera: se van narrando estos hechos de forma aparentemente objetiva, de modo que no hace falta decir directamente que la educación privada es de mejor calidad. Al lado, aparece la información de que en una escuela pública le pegaron a un niño a la puerta de la escuela, o a una niña porque era bonita, y las madres y padres se metieron al medio, etc., y luego se genera esa asociación entre escuela pública y caos, crisis social y educativa sin decirlo abiertamente. Yo creo que la operación discursiva es muy compleja y sobre todo hay que mirarla en esa asociación entre sentidos que se van estableciendo, entre educación privada y calidades positivas y educación pública y calidades negativas. Es un formato que se va repitiendo en distintas noticias, con distintas temáticas, pero siempre el enfoque que predomina es que la educación privada o los procesos de privatización se asocian a eficiencia, calidad, integración, y la educación pública se asocia a caos, a descuido, a mala calidad… Esas narrativas se van retomando en el discurso político, en discursos del sentido común, en la vida cotidiana y su impacto es sobre el imaginario social, sobre el sentido común.

Se mencionó anteriormente que los medios críticos hacen una cobertura más coherente con la idea de educación como un derecho humano. ¿Podría comentar un poco más esa idea?

Eso es claro, aparece claramente educación como un derecho, cuándo, por ejemplo, se plantea que hay un paro docente, una huelga, y se le pregunta por qué hacen paro a las y los docentes, cuál es el derecho vulnerado. En esos casos, se les reconoce como trabajadoras/es y se reconoce un derecho. En la forma con que se construye la noticia, cómo se narra, cómo se relata, qué énfasis se pone, cómo se cuentan los hechos, a quiénes se les da la palabra, se va orientando la lectura hacia una mirada orientada hacia la educación como un derecho – y como un derecho social y colectivo también, donde el Estado es el garante. Eso se ve claramente en la forma de interrogar a las funcionarias/os estatales, por ejemplo, una vez que se les interpela por las respuestas que pueden dar a las demandas sociales. Otra cuestión que hemos visto es que, en la prensa alternativa, aparece lo educativo no sólo vinculado a la escuela, sino otras demandas, de reconocimiento de otros saberes que plantean distintas comunidades; hay una mirada más amplia de educación. En la prensa hegemónica, la educación aparece vinculada a la escuela pública como caos, mediocridad, deficiencia, atraso y a la escuela privada como orden, calidad, modernidad.

¿A qué aspectos un lector o lectora de periódicos debe estar atento/a para hacer una lectura crítica de los mensajes que ellos transmiten?

El trabajo de los medios es sutil, es un trabajo sobre el lenguaje, sobre la imagen, sobre los énfasis, entonces, en primer lugar, hay que pensar desde qué lugar se está contando el hecho, cuál es la posición que tiene el medio respecto al que se está contando. Por ejemplo, si un periódico está contando la toma de una universidad, ¿está en contra o a favor, o tiene una posición neutral? ¿De qué manera caracteriza el hecho: cómo una ruptura social o cómo una demanda de derechos vulnerados? ¿A qué actores sociales se da la palabra y qué se dice de esos actores sociales? ¿Quiénes hablan, quiénes tienen voz? ¿Quiénes son las y los especialistas consultadas/os?. Importa notar cuáles son los encuadres desde los cuáles es narrado el hecho noticioso, pues un hecho noticioso puede ser narrado de distintas perspectivas. Es distinta una perspectiva que ponga el énfasis, por ejemplo, en los problemas que genera la educación pública de una que ponga el énfasis en las demandas que se generan a la educación pública. ¿Se pone el énfasis en la educación como un derecho o se pone el énfasis en la educación como un servicio? Hay que estar atento a ese tipo de cuestión. La pregunta central es cuál es el lugar de la educación pública en el relato noticioso. Otro aspecto central a considerar es en la composición de la noticia, es decir, ¿cómo se titula?, ¿qué fotos se ponen?, ¿cuáles son los encuadres?; ¿la foto está valorando positiva o negativamente al hecho y a los sujetos que aparecen?; ¿cómo se retrata a los actores?, y ¿cuál es el espacio que se les da en todo el periódico? También el lugar que ocupa cada asunto en la página las noticias es muy importante, por ejemplo, en la prensa hegemónica, hay noticias sobre cómo una universidad privada promueve la inserción laboral que ocupan toda la página.

Lee también, en “La educación privatizada”: “La eficiencia económica es una forma más de referirse al empeoramiento de las condiciones laborales del profesorado”. Entrevista a Andreu Termes y Lizeth López

Brasil: Em defesa do ensino superior gratuito

El periodista Felipe Gesteira discute el tratamiento de la prensa brasileña al tema de la calidad de las universidades públicas; en su opinión, está en marcha una campaña para poner fin a la gratuidad

Por Felipe Gesteira* | Observatório da Imprensa, edição 813

Acto de las três universidades estaduales de São Paulo. Foto: Robson B. Sampaio

Acto de las três universidades estaduales de São Paulo. Foto: Robson B. Sampaio

É assustadora a forma como parte da imprensa do país tem conduzido o debate sobre a qualidade das universidades federais e estaduais. Impressiona ainda mais ver um verdadeiro lobby sendo orquestrado por vários setores da sociedade onde a meta é acabar com a gratuidade dos cursos de graduação e pós-graduação nessas instituições. O debate é complexo, mas a primeira questão a ser levantada é: a quem interessa o fim do ensino superior gratuito no Brasil?

A justificativa toma como ponto de partida a situação financeira em que se encontram várias instituições no país e usa como exemplo a Universidade de São Paulo (USP), conceituada internacionalmente. Entre as várias teorias levantadas pelos que se posicionam contra a universidade pública uma das principais é a de que a maior parte dos alunos teria condições financeiras de pagar uma mensalidade compatível com a qualidade do ensino. E é desse ponto onde começam os absurdos.

Em várias reportagens, colunas e artigos publicados nos jornais, essa conversa começa sempre do mesmo jeito – que as famílias ricas são as maiores beneficiadas. É verdade, sim, que muitos alunos matriculados nas federais, talvez até a maioria, poderiam pagar pelos estudos. Também é verdade que estudantes de baixa renda estão ocupando vagas nas faculdades particulares. Quando não têm a sorte de serem bancados por um Prouni, seguem endividados nos diversos programas de financiamento estudantil.

O exemplo das doações

Essa realidade é reflexo da baixa qualidade da escola pública de base, um fardo histórico que vem sendo enfrentado ano após ano por todos os municípios do país, mas ainda longe da equivalência com a qualidade do ensino particular. Ainda assim, com todas as disparidades, a universidade pública é uma das maiores conquistas do povo brasileiro. Acabar a gratuidade nas federais seria um retrocesso imenso, que só beneficiaria as elites – novamente – e quem ganha dinheiro com a educação superior.

Não há garantias para a suposta justiça social que seria promovida caso acabasse a gratuidade. “Quem pode, paga; quem não pode, recebe bolsa.” Perfeito, na teoria. Mas já que a ideia não parte do governo, será que seria assim mesmo? A moça de família pobre que hoje tem vaga em um curso de Medicina numa universidade federal teria mesmo acesso a uma bolsa de estudos?

Se as melhores universidades brasileiras não estão entre as cem mais conceituadas pelos rankings internacionais não é por baixa qualidade no ensino, pesquisa ou extensão. A verdade é que a maior parte dessas listas pontua bem instituições que oferecem aulas em inglês, o que não é nosso caso, ainda. Bom exemplo de fora? Que seja o das doações. Em muitos países, após a graduação os alunos costumam contribuir financeiramente, como forma de gratidão por sua formação profissional. E isso acontece até mesmo em instituições privadas. Se o costume pega por aqui, não seria má ideia.

*Felipe Gesteira é jornalista

A ação deliberada da grande mídia para privatização do ensino público das universidades paulistas

Estudantes de Geociências da Universidade de Campinas (Unicamp), Brasil, discutem cobertura favorável à privatização da educação superior na imprensa brasileira

Fonte: Neociências Unicamp – Greve 2014

No último domingo (8/6/2014) o jornal O Globo, lançou na sua versão online um editorial em que demonstra a verdadeira opinião da grande mídia brasileira em relação às universidades PÚBLICAS paulistas – juntando-se à Folha de São Paulo e Estadão, que há semanas vêm deliberadamente reforçando esta mesma ideia.

Dando ênfase ao caso da USP, a Folha sugere que as universidades levantem verbas por conta própria (ou seria por conta dos alunos?), a partir de cobrança de mensalidades, pois, segundo o jornal, a gratuidade favorece as elites e estas podem pagar pelo produto, transformando assim a universidade  em um mercado.

De modo deplorável, ignora-se completamente o fato que, se a universidade é elitista, então o processo de seleção através de Vestibular – principal ferramenta de elitização – é o que deve ser combatido. Sem falar da negligência ao remontante processo de massacre da educação básica pública em todo o Estado de São Paulo.

Esta “sugestão” da grande mídia não vem em hora despropositada. A USP declara que se encontra no vermelho, gastando 105% de seu orçamento com folha de pagamento, por conta disso, os reitores das 3 universidades paulistas (USP, UNICAMP, UNESP – no Cruesp) decidem congelar os salários de todos os trabalhadores (funcionários docentes e não docentes) provocando  um grande movimento grevista destes e dos alunos.

Entretanto, não são apontados os motivos dessa “crise”, as contas não são demonstradas com transparência e os super salários (incluindo reitores) também não são explicados.

Desde 1955, as três estaduais dividem 9,57% do ICMS arrecadado, sendo que de lá para cá, houve aumento significativo de vagas em sala de aula de graduação, pós-graduação e outras atividades, contudo, sucessivamente os governos tucanos se negam a aumentar a alíquota, ou seja, há uma deliberada intenção em privar e prejudicar as instituições PÚBLICAS.

Além desse fator central, não há nenhuma explicação porquê se gastou milhões de reais na aquisição de uma terreno com solo contaminado para construção do campus da USP Leste, tampouco sobre os motivos que levaram a UNICAMP desembolsar tão rápida e  facilmente,  R$ 172 milhões na compra da Fazenda Argentina, (cujos proprietários são notórios doadores de campanhas do PSDB) fazendo dobrar a área da Unicamp de modo quase sigiloso e nos momentos finais da gestão do reitor anterior.

Precarizar para privatizar toma sua forma hoje, clara, deliberada e transparente [ao contrário das contas das Universidades]  nesse momento!

Por isso temos que fazer ecoar em uníssono nossas vozes :
NÃO ao projeto de PRIVATIZAÇÃO do ensino superior público !

NÃO ao arrocho salarial que desconta nos trabalhadores a gestão irresponsável !

Movimento de Mobilização e Greve do Instituto de Geociências.
Universidade Estadual de Campinas . Junho, 2014.

Análise: Colhendo tempestades

Por Luiz Araújo | Escola Pública

Foto: Luiz Araújo/Escola Pública

Foto: Luiz Araújo/Escola Pública

A manchete do jornal Folha de São Paulo (FSP) do dia de hoje (02.06) é sintomática do rompimento das fronteiras entre o público e o privado em nosso país. A afirmação é que seis em cada dez alunos da Universidade de São Paulo (USP) podem pagar pelo ensino que recebem e que tal procedimento evitaria a crise financeira na qual se encontra a melhor instituição de ensino superior do país.

Dizem que colhemos o que plantamos. Desde 1990 que seguidos governos (Fernando Henrique, Lula e agora Dilma) se esforçam a relativizar o preceito constitucional de que educação é um direito de todos e dever do Estado. A lógica tem sido fortalecer a prestação de serviço educacional, especialmente no ensino superior, via instituições privadas. Os modelos são diferentes, mas a lógica é a mesma.

Existe uma linha de continuidade entre desregular o mercado privado (FHC) e subsidiar vagas no setor privado (Lula e Dilma), mesmo que muitos amigos meus teimem em não enxergar. Vejamos:

  1. O fundamental conceitual dos dois modelos é de que o direito à educação não precisa ser exercido pela prestação direta pelo Estado do serviço educacional. A existência do setor privado, que deveria estar circunscrita ao chamado “direito de escolha”, passa a ser uma das formas possíveis de garantir o direito constitucional.
  1. Os custos financeiros da prestação do serviço estão diretamente envolvidos na construção das opções. Pressionados pelas demandas sociais por mais acesso ao ensino superior, os governos buscam formas de dar vazão a estes anseios, mesmo que não necessariamente via criação de vagas públicas.
  1. Valendo-se do fato de que os mais pobres ainda nem conseguiram inserir seus filhos no ensino médio (apenas metade dos jovens entre 15 e 17 anos chegam ao ensino médio nesta idade e entre os mais pobres esse número é bem menor) e por isso os que conseguem estar prontos para ingressar no ensino superior são de classe média ou da equivocadamente denominada “nova classe média”, o governo sabe que parte deles podem comprar o serviço educacional, bastando para isso que as condições de financiamento sejam compatíveis com a renda das famílias.
  1. O principal programa educacional federal nas últimas três décadas não foi o Prouni ou mesmo o Reuni. Pelo contrário, o principal agente de inserção de alunos no ensino superior tem sido financiamento estudantil (desde que seu nome era crédito educativo). Nesta modalidade o governo compra a dívida do aluno com a instituição privada, oferecendo estabilidade ao comerciante e subsidiando os juros aos alunos.
  1. A consequência destas opções é um crescimento mais lento das matrículas públicas, sejam elas federais ou estaduais. E, em alguns casos, gerando crises periódicas de financiamento e sustentabilidade aos cursos existentes, como é o caso agora da USP.

Sei que o período eleitoral que se avizinha sempre provoca confusão na cabeça das pessoas, por que os grandes partidos no poder buscam se diferenciar. Os petistas acusarão os tucanos de sucatearem a USP e estarão falando a verdade, mesmo que a política implementada em doze anos de poder federal seja muito semelhante.

Há sempre um custo nos caminhos que escolhemos. A política educacional implementada por oito anos de tucanos e doze anos de petistas, em quase tudo semelhante no que diz respeito ao trato do ensino privado superior, trouxe de volta um debate que minha geração viveu na universidade no início da década de 80, quando a conselheira Ester Ferraz (chegou a ser ministra do General Figueiredo)queria cobrar taxas pra tudo dentro das instituições federais. As greves estudantis e de professores de 1981 enterraram esta ideia, mas se o fogo se apagou, nas cinzas sempre ficaram algumas brasas e, infelizmente, seguidos governos democráticos continuaram a soprar estas cinzas.

A reportagem da FSP lembra que existe um “pequeno obstáculo” para que a estratégia defendida seja implementada: precisaria mudar a Constituição Federal, que prevê que o ensino público é gratuito. Ou seja, é necessário que se consolide o que sucessivos governos tem plantado: considerar o ensino uma mercadoria e não mais um direito.

México: ¿Quién manda en la educación? El papel de Televisa

Por Miriam Sánchez Hernández, profesora de la UACM | Fuente: La Jornada

Cartoon: Rogelio Naranjo

Cartoon: Rogelio Naranjo

En 2005 Emilio Azcárraga Jean, el dueño de Televisa, y 12 amigos crearon la fundación Mexicanos Primero. Después se sumarían otros más a su patronato. Todos ellos hombres de poder y dinero, frecuentes en las listas de los más ricos del mundo y del país.

Con esta fundación, la decisión de dictar el rumbo de la educación por parte de los hombres más ricos de México se hizo explícita y pública desde el sexenio pasado. Para tal fin, produjeron cuatro documentos, inventaron un índice educativo, crearon una película, difunden campañas mediáticas en contra del magisterio y penetran espacios de poder y de decisión política. Como ellos no son educadores sino empresarios, se sirven de intelectuales, investigadores e instituciones públicas del país, y participan con organismos internacionales con los que intercambian convenios. Todo ello en concordancia con la OCDE y el FMI, organismos de los ricos del mundo.

Entre 2008 y 2012 elaboraron cuatro documentos en los que describen el estado de la educación en México, la evalúan y la planean para el futuro. Esos documentos son: 1) Contra la pared: estado de la educación (2009); 2) Brechas: estado de la educación (2010); 3) Metas: estado de la educación (2011), y 4) Ahora es cuando. Metas 2012-2024 (2012). En todo ese periodo, Silvia Schmelkes, actual titular del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), fue colaboradora de esa fundación, desempeñándose en su comité académico.

A la par, el director de Mexicanos Primero, David Calderón Martín del Campo, inventó un Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI), que consiste en evaluar a las 32 entidades del país con seis indicadores, asignando a cinco de ellos (eficacia, permanencia, profesionalización docente, supervisión y participación en las escuelas) un valor de 10 a cada uno y 50 puntos al aprendizaje de los estudiantes, medido con la prueba ENLACE. El IDEI es un indicador arbitrario, no tiene bases pedagógicas y sólo jerarquiza a los estados, poniendo en último lugar a los que se manifiestan en desacuerdo con sus propósitos.

Parte de su estrategia ha sido preparar mediáticamente a la opinión pública en contra de los maestros y allanar el camino a Peña Nieto para encarcelar a Elba Esther Gordillo, quien estorbaba a los empresarios. Para tal fin, en 2012 estrenaron en Cinépolis, empresa cuyo director también participa en el patronato de Mexicanos Primero, la película De panzazo (2012), para la que contrataron a Juan Carlos Rulfo como director y a Carlos Loret de Mola para hacer el guión junto con la fundación. Este filme desprestigia al magisterio, lo ridiculiza, se burla de él y le atribuye el desastre educativo del país. Caricaturiza a la ex lideresa del SNTE en una entrevista en la que omite hablar sobre el manejo transparente de los recursos del sindicato que ella administraba. Sin embargo, ese documental no analiza ni critica las políticas educativas responsables de tal desastre.

Adicionalmente hicieron una campaña por Internet llamada Los niños primero, con dedicatoria en contra de los maestros de Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Otra campaña televisiva para diferenciar a los profesores del SNTE de los de la CNTE, poniendo a los primeros como ejemplares y a los últimos como flojos, revoltosos y corruptos. Han difundido el desplegado Juntos por la educación (2013), en el que insisten en apoyar la reforma educativa, que hoy el magisterio cuestiona. Según ellos, registran más de dos centenas de fundaciones, aunque su padrón no es confiable, pues incluyeron a agrupaciones como Alcohólicos Anónimos, que se deslindó públicamente. Se dicen parte del Consejo Ciudadano Autónomo por la Educación (CCAE), que es otro conjunto de fundaciones creado a propuesta y con el apoyo de la entonces secretaria de la SEP Josefina Vázquez Mota. En este colectivo están otras 13 fundaciones empresariales, como Empresarios por la Educación Básica (ExEB); religiosas, como fundación SM, y de análisis educativo, como Educación a Debate (ED), que también aparece como firmante del desplegado anterior y que registra como parte de su comité editorial al director de Mexicanos Primero.

Todas estas acciones se corresponden con su más reciente documento: Ahora es cuando. Metas 2012-2024, en el que planean año por año sus metas en el campo de la educación para los próximos dos sexenios. Así, entre ellas, en 2012 se propusieron hacer una alianza de anunciantes y medios masivos de comunicación para la valoración social de la profesión docente. A la que seguramente corresponden sus campañas.

En ese mismo año se propusieron el nombramiento del equipo federal de la SEP con perfil en el sector y sin ataduras al SNTE. Aún no sabemos en qué medida las autoridades federales han sido a propuesta e impuestas por ellos, pero lo que sí es evidente es que en la junta de gobierno del INEE están sus colaboradores.

En 2013 destaca la meta “Primera reforma del orden jurídico nacional, con cambios a la LGE (Ley General de Educación) y la reglamentación…”, que corresponde con lo que el gobierno pretende hacer a resultas de la reforma educativa.

En 2014 proponen una “Reforma aprobada y funcional de la Ley General de Educación y su reglamentación federal y estatal que establece el Servicio Profesional de Carrera Docente…” Lo que rechazan los profesores por ser contradictorio con el artículo 123 de la Constitución y por generar un régimen de exclusión.

Y para seguir planeando el futuro, en 2022 tienen como meta el Diseño de nuevas metas, para el periodo 2024-2036. Es decir, en manos de los empresarios están los siguientes cuatro sexenios, y tal vez los siguientes cuatro presidentes y los secretarios de Educación.

Desde el 2 de mayo de este año los maestros de la CNTE están en diálogo con Gobernación sobre la reforma educativa y su abrogación. Han acordado la realización de nueve foros estatales y uno nacional para la discusión de la misma. La pregunta que queda es si Gobernación, que no es una autoridad educativa, es el interlocutor que puede responder a las demandas y críticas de los maestros y, en todo caso, si tiene autonomía para la toma de decisiones. Es decir, si los ricos empresarios que apuntan con su índice autoritario –dibujado en el logo de Mexicanos Primero– permitirán a Gobernación o a cualquier otra autoridad educativa contravenir sus órdenes, sus metas, su reforma educativa.

La educación pública no tiene quien le escriba

Por Pablo Gentili | Contrapuntos

No transcurre un solo día sin que los que publican sus opiniones, opinen sobre la educación pública. Ocurre lo contrario con la llamada opinión pública, cuyas opiniones acerca de la educación casi nunca ganan notoriedad ni, mucho menos, alguien interesado en publicarlas.

Es fácil observar que casi la totalidad de las opiniones que se publican sobre el estado de la educación suelen ser condenatorias y altamente críticas. Resulta sintomático que esto ocurre no sólo en los países menos desarrollados, sino también en algunos que suelen ser puestos como ejemplos o modelos a seguir en materia educativa. Básicamente, de la escuela pública se habla mal en cualquier lugar del planeta. A ella siempre le falta algo que nunca tuvo o, en el mejor de los casos, algo que ha perdido con el paso del tiempo y como consecuencia de la irresponsabilidad o la incompetencia del profesorado. Las noticias sobre educación son, casi sin excepción, malas noticias. No deja de ser cierto que esta es una característica inherente del periodismo. Generalmente, todas las noticias son malas noticias. Lo que llama la atención en el caso de la educación pública, es la unanimidad de visiones negativas que esgrimen y difunden a su respecto opinadores de los más diversos orígenes y signos políticos. Todos parecen partir de la premisa de que las cosas en la educación andan bastante mal y, seguramente, van a empeorar con el correr de los años. El debate, cuando existe (y casi nunca existe), se concentra en ligeros altercados acerca de cuáles son las recetas o fórmulas que permitirían superar esta crisis.

En suma, si algo funciona mal hay que arreglarlo y, para hacerlo, es necesario preguntarle a los que saben, no a la gente común que aparentemente no sabe nada. Los que “saben”, los que están informados, los que conocen y pueden aportarnos ingeniosas soluciones a la estructural decadencia de la educación, suelen ser hombres de negocios, políticos exitosos y casi siempre conservadores, especialistas en tendencias globales y mercados de trabajo competitivos, formadores de opinión con opinión deformada y, en algunas ocasiones, especialistas en temas educativos que abominan el trabajo que hacen los docentes en las escuelas públicas y exaltan hasta el paroxismo las virtudes de la educación privada.

Por tal motivo, es auspiciosa la publicación de los resultados de la encuesta de opinión y expectativas acerca de la educación latinoamericana llevada a cabo por Latinobarómetro a solicitud de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

El Roto - La opinión pública soy yo

Los méritos del estudio, basado en más de 20 mil entrevistas realizadas en 18 países del continente, son significativos. Por un lado, aporta numerosos indicadores acerca de una percepción social sobre la educación que contrasta con el sentido común ofensivo y despectivo hacia la escuela pública que suelen transmitir los que opinan públicamente sobre asuntos educativos. Como afirmábamos en este mismo periódico hace pocos días, la opinión pública no puede ser confundida con la opinión publicada.

Por otro lado, esta encuesta es parte del proceso de acompañamiento y evaluación del proyecto Metas Educativa 2021, un ambicioso compromiso asumido por los países iberoamericanos y sintetizado en una decena de grandes objetivos destinados a hacer de la educación un derecho efectivo en toda la región. Las Metas fueron asumidas como una responsabilidad común por los primeros mandatarios de todos las naciones participantes en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, dos años atrás, constituyendo un importantísimo logro político del equipo liderado por Álvaro Marchesi en la OEI. No es poca cosa que, en el marco de este acuerdo, se haya decidido saber qué opinan las sociedades latinoamericanas de su propia educación, asumiendo los riesgos del caso.

El estudio de la OEI muestra que Latinoamérica tiene una visión cautelosa acerca de la calidad de la educación pública. En una escala de 1 a 10, el promedio regional es 5,8. ¿La escuela pública funciona excelentemente bien? No, indican los encuestados. ¿Es el desastre que suelen contarnos acerca de ella? Tampoco. En suma, cualquier triunfalismo o derrotismo respecto a la escuela debe ser matizado. Las sociedades latinoamericanas parecen aceptar que la escuela no pasa por su mejor momento. Sin embargo, no por esto afirman que ella es el esperpento que suelen reflejar quienes la describen públicamente.

Este dato es especialmente relevante cuando se lo compara con la opinión acerca de la educación privada, cuya nota promedio es 6,6. Una percepción mejor que la atribuida a la educación pública, pero tampoco lo suficientemente amplia como para justificar los elogios encendidos que los formadores de opinión esgrimen cuando se trata de condenar lo público y exaltar el mercado como promesa de eficiencia e ideal de justicia y libertad. Por decirlo de una forma más clara, la escuela parece estar lejos de las expectativas que la población tiene de ella, sea pública o privada. La gente común, esa que opina por intermedio de las encuestas porque no tiene otros espacios desde donde hacerlo, considera que la educación debería mejorar. Entre tanto, no parece aceptar de buen grado la criminalización de la escuela pública y la exaltación de los supuestos méritos de la escuela privada que tanto pregonan los que hablan en su nombre. Constituye un grave error suponer que porque la opinión pública latinoamericana no es “formadora de opinión”, carece de opinión formada.

En efecto, la encuesta de la OEI contribuye a poner en evidencia la limitada influencia que la opinión publicada suele tener sobre la opinión pública.

Megáfono

Para entender mejor el asunto, le pedí a un amigo matemático que me ayudara a calcular hasta qué punto las opiniones publicadas acerca de la educación influencian potencialmente en la opinión que las personas tienen sobre la escuela pública. O sea, considerando que, hipotéticamente, cada cinco opiniones publicadas cuatro son favorables a la escuela privada y una a la escuela pública, ¿cuál debería ser la diferencia de percepción entre una y otra si la influencia de los que opinan a favor de la educación privada fuera totalmente efectiva? Si la crítica a la escuela pública tuviera un impacto directo y lineal en la percepción de las personas tienen cuando evalúan la educación privada, ésta debería haber obtenido una nota entre 8,9 y 9,3, no de 6,6. Así, la diferencia entre la evaluación de una y otra hubiera llegado a 3,5 puntos, mientras que en la encuesta realizada es cuatro veces menor: 0,77.

Los formadores de opinión que militan contra la educación pública deberían darse por enterados. A pesar de todo su arsenal de burlas y desprecios hacia la escuela de las grandes mayorías, su capacidad de convencimiento o de reclutamiento de la gente común, parece bastante limitada.

Dos conclusiones pueden derivarse de esta encuesta. Por un lado, la escuela pública no es tan mala ni la privada tan buena como se las pintan. Por otro, la gente no le cree demasiado a los que opinan públicamente en su nombre.

Como quiera que sea, y más allá de las semejanzas y diferencias entre los países, no hay dudas que, desde el punto de vista de la opinión pública, hay mucho por mejorar aún en la educación. No se trata de una mala noticia. Después de todo, una sociedad exigente con sus derechos es un síntoma de crecimiento democrático.

Así mismo, y a contrapelo de la opinión publicada, la opinión pública cree que la educación va a mejorar en los próximos años. Y no porque se vaya a privatizar. En efecto, 51% de los latinoamericanos considera que la escuela pública va a cambiar positivamente en la próxima década. Sólo 10% cree que empeorará.

PERSPECTIVAS Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN LATINOAMÉRICA

Un aspecto destacado del estudio de la OEI se refiere a las medidas prioritarias para mejorar la calidad educativa en Latinoamérica: 45% sostiene que ellas dependen de una mejoría en las instalaciones físicas de las escuelas. Se trata de una opinión bastante en sintonía con la opinión publicada: las escuelas públicas son peores que las privadas porque sus condiciones de infraestructura son también peores. La interpretación no se sustenta con la investigación educativa disponible. Las condiciones materiales de las escuelas son, sin lugar a dudas, importantes, pero no determinantes en la calidad de la educación. Un buen ejemplo de esto es Cuba, un país con limitadas condiciones de infraestructura escolar, pero con la mejor calidad de aprendizajes en el continente.

La segunda acción que debería llevarse a cabo para mejorar la calidad de la educación es la formación del profesorado. Cuestión que gana mayor relevancia asociada a la tercera medida indicada por los encuestados: mejorar los salarios docentes. Una propuesta que posee gran adhesión en países como Brasil, Nicaragua, República Dominicana, Venezuela y Argentina. Así mismo, 77% de los encuestados considera bueno o muy bueno el conocimiento que el profesorado tiene sobre los contenidos que debe enseñar; 71% afirma que es buena o muy buena su capacidad de enseñanza; y 65% tiene una opinión positiva sobre la frecuencia con que los docentes dictan sus clases. La permanente crítica que se cierne sobre el profesorado parece contrastar con una opinión pública que lo valoriza y reconoce.

Vale destacar que, aunque la encuesta no incluyó España, esta visión positiva del profesorado y de la educación pública también caracteriza a la sociedad española. Un estudio revelado recientemente por este periódico muestra que la enseñanza pública es la segunda institución más confiable del país, después de los médicos. Los bancos y los partidos políticos figuran en último lugar, la Iglesia Católica en décimo. A pesar de todo lo que se machaca contra la escuela pública y el profesorado, las sociedades parecen mas cautelosas y, especialmente, respetuosas del trabajo que realizan los centros educativos.

La encuesta de la OEI tuvo una amplia difusión en Latinoamérica, aunque buena parte de los periódicos y las agencias de información destacaron su lado negativo y crítico. Diversos medios aprovecharon la oportunidad para hacer irrelevantes listas comparativas, ocultando o silenciando datos significativos y, especialmente, esperanzadores. Una tendencia que refuerza las observaciones aquí realizadas y que nos alerta sobre la necesidad de no confundir la opinión de la gente común con la de aquellos que opinan en su nombre. También, sobre la importancia de mirar a la escuela pública con un poco más de respeto.

La opinión pública y la publicación de opiniones son territorios en disputa. Reconocer los méritos que la sociedad identifica en la escuela pública no significa que debamos conformarnos con el estado actual de nuestros sistemas escolares ni, mucho menos, jactarnos de conquistas democráticas que aún no hemos alcanzado. El derecho a una escuela pública de calidad es aún una deuda pendiente en casi toda América Latina. Sin embargo, debemos evitar que la crítica democrática a un aparato estatal que ha demostrado ser ineficiente y casi siempre reactivo a los derechos ciudadanos, no se confunda con el canto de sirenas que entonan los que hacen de la crítica a la educación una coartada para la privatización de la escuela pública. En Latinoamérica han habido avances políticos significativos y así parecen reconocerlo quienes responden esta encuesta. Avances que abren una perspectiva de esperanzas y anhelos. En definitiva, nunca está demás destacar que en esa escuela pública de todos los días, con sus limitaciones y condicionalidades, pero con un enorme potencial democrático, se teje el destino de nuestros países.

Desde Río de Janeiro

NOTA. Los resultados de la encuesta mencionada pueden encontrarse en el capítulo 2 del documento Miradas sobre la Educación Iberoamericana 2012.

Televisa y la privatización de la educación

Por Lic. Javier Durán | Fuente: El sol de Nayarit 

Foto: El sol de Nayarit

Foto: El sol de Nayarit

“Es esquizofrénico que quienes lucran deformando a niños y jóvenes critiquen el sistema educativo”.

La ambición de la empresa de televisión más grande del mundo no tiene límites. Los dueños y socios de Televisa todo lo ven con intereses mercantilistas. Quieren tener ganancias millonarias de todo lo que ven y tocan, y obvio, la educación pública no es la excepción.

El documental ¡de panzazo!, realizado por una filial del grupo Televisa (Mexicanos Primero) es una de las últimas estratagemas utilizadas por esta poderosa empresa que quiere quedarse como dueña de la educación pública en nuestro país, y lo peor de todo es que más tarde o temprano podría lograrlo.

Es una vergüenza que una empresa que no tiene en su programación un solo programa cultural y que por años ha idiotizado a los mexicanos a través de programas de pésimo gusto, quiera ahora venir a darnos clases de cómo debe ser la educación en nuestro país.
Tal como lo manifestó en un debate sobre educación el Manuel Pérez Rocha, académico y fundador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM): “Es esquizofrénico que quienes lucran deformando a niños y jóvenes critiquen el sistema educativo”.

El debate del cual hablo, se llevó a cabo en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ahí especialistas en educación hicieron un análisis serio de este documental que atenta contra la educación y se toma atribuciones que no le corresponde.

Especialistas en esta materia encuentran que uno de los intereses bastardo del grupo Televisa es quedarse con la propiedad y derechos a la educación pública gratuita y laica que disfrutamos millones de mexicanos.

“La película no tiene propuestas bien documentadas, dice Marlene Romo, académica de la UNAM, quien se muestra incómoda y no esconde su sentir, pues asegura que ¡De Panzazo! tiene como objetivo mercantilizar la educación y va más allá: Mexicanos Primero ve a la educación como una industria emergente”.

Para abundar sobre el tema, debemos recordar lo que comentó la mismísima jefa del SNTE el pasado mes de octubre del 2011. Ella comentó que televisa quiere la Secretaria de Educación Pública y mencionó como uno de las herramientas que ha utilizado esta empresa para meterse en temas educativos es precisamente el programa “Bécalos”. Donde, aunque es cierto que existen becas para continuar con sus estudios, somos todos los mexicanos que aportamos nuestros “centavos” cada que vamos a un cajero automático o a una tienda de autoservicio, etc.

El personaje que está atrás de todo este movimiento para apoderarse de la educación pública es el empresario Carlos X. González, uno de los socios y miembros del Consejo de Administración de Televisa.

Carlos X. González es el presidente de la filial de Televisa “Mexicanos Primero”, en donde participa como empleado el periodista Carlos Loret de Mola, quien fue el encargado de “realizar” el documental ¡De panzazo!.

En la biografía d este poderoso hombre de negocios encontramos algunos datos interesantes: “Co‐fundador, Patrono y Presidente de Mexicanos Primero, A.C.; Co‐fundador de Fundación Televisa, A.C.; Co‐fundador y Presidente Honorario del Patronato de la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación, A. C. (UNETE); Co‐fundador y miembro del Comité Técnico de BÉCALOS”. Así, queda demostrado el interés bastardo de estos hombres de negocios, “que no dan un paso sin huarache”, como decía mi abuelo.

Y para terminar, concluyo con lo escrito por el candidato a presidente de México Andrés Manuel López Obrador en su libro “La mafia que se adueñó de México… Y el 2012” sobre Claudio X. González: “Siempre se ha movido en la cúpula de los organismos empresariales. Ha sido tres veces presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y en dos ocasiones, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Para decirlo pronto, es como el Fidel Velázquez de los empresarios… Es promotor de las privatizaciones y, como es obvio, es socio de Córdoba Montoya en una empresa privada que vede energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”.

Mi correo: guillotinakora@yahoo.com.mx

Negócios da Editora Abril na educação privada

Donos da [revista] Veja prosperam no mercado de livros didáticos e compram redes de ensino

Fonte: Adufrj, p. 8

Fonte: Adufrj

Fonte: Adufrj

A agressividade ideológica da Revista Veja, o panfleto ultraconservador e principal publicação da Editora Abril, é movida pela defesa dos privilégios e da barbárie do capitalismo no plano geral, mas não só. Agora se sabe que a truculência editorial com que a revista trata de temas específicos, especialmente quando o assunto é educação, é inspirada pelos interesses imediatos dos negócios dos seus donos. A Abril Educação, o braço de negócios da Editora Abril para o segmento de produção e comercialização de livros didáticos, acaba de comprar a Maxiprint Gráfica e Editora Ltda.

A Maxiprint, segundo o blog do jornalista Luis Nassif, “atua no segmento de criação, desenvolvimento e comercialização de sistemas de ensino voltados à educação infantil, ensino fundamental e médio, cursos pré-vestibulares e educação de jovens e adultos”. Ainda de acordo com a mesma fonte, o valor do negócio foi de R$ 43 milhões e a Abril garbosamente declara que, com a aquisição, passará a atender mais 85 mil alunos através das 343 escolas usuárias do Sistema Maxi de Ensino em todo o território nacional. E a empresa diz mais: o negócio fortalece a sua atuação no mercado de sistema de ensino com um produto didático complementar aos que já oferece hoje através dos sistemas Anglo e SER.

No início deste ano, a Abril Educação já havia ido às compras e adquiriu o Curso pH e o Colégio pH, aqui no Rio de Janeiro. São 6.600 estudantes nessas duas instituições. Quase ao mesmo tempo, a Abril Educação comprou 53% das ações do Grupo ETB (Escolas Técnicas do Brasil), em São Paulo. Em julho de 2010, o Grupo Abril anunciou a compra do Anglo, uma rede de educação especializada em cursos preparatórios para o vestibular. À época, a Abril Educação já havia se tornado a segunda maior empresa do setor no país e a previsão de faturamento para 2010 era de cerca de R$ 500 milhões. A Família Civita e o Grupo Abrilpar, liderados pelo empresário e editor Roberto Civita, e o fundo BR Educação, liderado pelo empresário Paulo Guedes, controlam a Abril Educação. Detêm ainda as Editoras Ática e Scipione e controlam o Sistema de Ensino SER e o Curso e Sistema de Ensino Anglo.

Em abril deste ano, o Jornal da Adufrj reproduziu artigo assinado pelos professores Gaudêncio Frigotto, Zacarias Gama, Eveline Algebaile, Vânia Cardoso da Mota e Hélder Molina. O texto era um repúdio a artigo de Gustavo Ioschpe, um desses “especialistas” recrutados pelos veículos das grandes corporações da mídia brasileira. O texto indigente assumia no título a sua natureza – “Hora de peitar os sindicatos”.

Num trecho do artigo dos professores está dito: “O que trafega nessa grande mídia, no mais das vezes, são artigos de prepostos da privataria, cheios de clichês adornados de cientificismo para desqualificar, criminalizar e jogar a sociedade contra os movimentos sociais defensores dos direitos que lhes são usurpados, especialmente contra os sindicatos que, num contexto de relações de superexploração e intensificação do trabalho, lutam para resguardar minimamente os interesses dos trabalhadores.”